jueves, 11 de enero de 2018

Urrekoatxa

La cresta caliza de Urrekoatxa, o Urragiko Atxa, se levanta airosa entre los valles de Dima y Arratia, constituyendo la cima más visible de la sierra de Ugatxa, que corre hacia el sur para encontrarse con el macizo del Gorbea. Pese a su modesta cota, ofrece un peculiar punto de vista, con magníficas perspectivas hacia numerosas cumbres de los alrededores, muchas de ellas de mayor envergadura. Su acceso, sumamente sencillo, permite improvisar algunas variantes y atajos, y visitar la cercana cima de Illumbe, otro pequeño pero vistoso mirador orientado al norte.

            DISTANCIA: 4,2 km.   
DESNIVEL: 225 m. (361-588) CENTENARIO
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (2-1-1) Rampas del 40% (en atajo de subida)
            ITINERARIO (circular)  Inicio y final: Lamindao (Dima)
            VIAS: Senderos de tierra, campo a través, pista
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista A8 dirección Donostia-San Sebastián hasta salida Vitoria-Gasteiz. Se toma la N-240, pasando Bedia, Lemoa y Artea. Aproximadamente 1 km. antes de llegar a Areatza se toma por la izquierda un desvío señalizado hacia Lamindao. Subir hasta encontrar la iglesia, dejando por la derecha el desvío hacia el restaurante Axpe.
TRACK:
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 58
IGN MTN50-87-Elorrio




Lamindao
Al barrio de Lamindao se puede llegar tanto desde la N-240 (Areatza) como desde Dima, aunque el primero de los accesos es algo más sencillo. Sólo venir hasta aquí ya merece la pena por la apacible belleza del lugar. Rodeados de fantásticas vistas se levantan soberbios caseríos entre prados donde pasta el ganado, imágenes bucólicas de esas que nos hacen quedarnos unos minutos disfrutando de la paz. Hay que seguir la carretera siempre en subida hasta encontrar la iglesia de Santa María Magdalena, a la que se encuentra adosado un fantástico caserío, con el que comparte dos pórticos a modo de túneles. Detrás hay una placita con un pequeño aparcamiento, junto al cementerio.

Hacia la peña
Por la izquierda del camposanto sale un camino, que es el que debemos seguir, hacia la derecha en bajada. Ya tenemos vistas hacia Leungane y la sierra de Aramotz, y de inmediato nos encontramos de frente con la masa rocosa que constituye nuestro objetivo, a muy corta distancia. En el collado Petralanda pasamos junto a los dos últimos caseríos. Cambiamos a un sendero, claro y cómodo bajo arbolado con abundantes castaños, y pronto tenemos ya una hermosa vista hacia el sur, con el esplendoroso Lekanda  e Itxina.

Gorbea y Lekanda
Por la izquierda ya empiezan a verse las primeras calizas, y en unos minutos ya tenemos a la vista la antena que corona Urrekoatxa. Con el panorama más abierto, dominamos el valle de Arratia y tenemos al fondo el inconfundible perfil del Gorbea, mientras vamos faldeando bajo la cresta rocosa en dirección sur. Lo más normal sería continuar el sendero hasta encontrar la carretera; pero, oiga, teniendo a la vista la antena por nuestra izquierda, es difícil sustraerse a la tentación de tirar para arriba campo a través. Así que, sin dejarnos seducir por lo que es más juicioso, abandonamos el sendero y buscamos una trocha por donde empezar a remontar la muy inclinada ladera. Lo llamaremos ATAJO DE SUBIDA.

Para arriba
La sendita que encontramos es realmente un camino de cabras y, claro, las cabras no siempre ascienden a las cimas, con lo que sólo nos sirve de indicio para empezar a subir. Cuando vemos que ya no ganamos altura, no queda otra que tirar campo a través picando para arriba. La pendiente está alrededor del 40%, en algunos momentos más, y hay que seguir con mucho tiento, entre hierba alta, algunas zarzas, matojos y rocas, con lo que hay que reconocer que el atajo resulta un poquillo complicado. Podemos tomar como referencia unos postes eléctricos, siguiendo en dirección Este pero sobre todo, como siempre en estos casos, no hay que dejarse llevar por la comodidad y no hay que olvidar que debemos subir siempre.

Poco después del tendido eléctrico hay que atravesar una pequeña pedrera donde hay que extremar la precaución y, alcanzada una zona algo más verde, podemos girar hacia la izquierda en dirección a la antena, alcanzando terreno algo menos abrupto. Tras pasar una zona con más arbolado (espinos) y un bonito recodo bajo un árbol, estamos ya cerca del alto. Poco después de un gran bloque de roca, encontramos ya la carretera, por la que habremos subido tranquilamente de no haber optado por este atajo.

Ganeko, Mandoia y peña Illumbe junto a Lamindao

Areatza, con Untzueta al fondo
 Nos dirigimos ya a la antena, aunque por la derecha queda la auténtica cima, que visitaremos enseguida. La panorámica es excepcional: el omnipresente Gorbea e Itxina, a los pies el valle de Arratia (Areatza y Artea) y, hacia el norte se distingue Untzueta, el Ganeko con Mandoia por delante, el peñón de Illunbe justo debajo (Lamindao bien visible), Dima por la derecha y Bedia casi recto. Por el Este la sierra de Aramotz/Legarmendi, y muy cerquita Bargondia, Garaio, Kobagane y Balzolamendi, a
Bargondia, Garaio, Eskuagatx...
cuyos pies se distingue con toda claridad la ruta de Balzola casi completa desde Indusi, incluida una de las bocas de la cueva. Más allá, Eskuagatx y a su lado claramente el Saibi. La verdad es que el espacio junto a la antena es casi nulo y no conviene andar mucho a su alrededor, porque hay una buena caída.

De vuelta a la carretera, cuando comenzamos a bajar vemos un senderito que trepa por la izquierda, señalado por un cairn. Seguimos por él, y tras una pequeña trepada, llegamos a la auténtica cumbre de URREKOATXA (o Urragikoatxa, 588 m.), con mojón y buzón. Las vistas son más o menos las mismas aunque lógicamente mejores hacia el sur que hacia el norte.
 
Cima
Ahora la idea era simplemente bajar por la carretera hasta conectar con el camino, en un giro a la derecha que encontraremos mucho más adelante. El descenso es moderado, y moderadamente aburrido, pero cómodo –incluidos millones de bolitas de caca de cabra. Pero como esto ya se nos hace largo, tomaremos lo que llamamos ATAJO DE BAJADA. No es fácil identificar el punto exacto, pero cuando la carretera inicia un amplio giro a la izquierda, la abandonamos por la derecha, sin sendero ni traza que se le parezca.


Aterriza como puedas
Lo que haremos es recortar por el interior el amplísimo zigzag que dibuja el itinerario carretera-sendero, para acceder al camino inicial, que está bastantes metros más abajo. O también podemos decir que nos metemos en un nuevo lío. Otra vez tenemos que salvar una pendiente muy potente, entre hierba alta, zarzas, rocas y algún espino, con el único consuelo de ver en todo momento el camino que deberemos alcanzar. Pero no hay más referencia que andarse con cuidado y buscar los puntos más practicables. El track puede ser útil pero es tan solo el camino que yo seguí en su momento, que tampoco tiene por qué ser el único, ni siquiera el mejor (y casi seguro que no lo es).


Tras esta tortuosa travesía, recuperamos el agradable sendero inicial, que ahora tomamos hacia la derecha, y en unos minutos nos devuelve a la carretera y al delicioso barrio de Lamindao del que hemos partido. Desde allí, justo en dirección contraria a la cima que acabamos de visitar, se encuentra la peña de Illumbe. Se alcanza en poco más de 25 minutos, tras descender bastantes metros hacia el norte de Lamindao, y atravesar el encinar que rodea la cima.