viernes, 14 de octubre de 2016

Gorbea

Pocas cosas quedan por decir del Gorbea, cumbre de Bizkaia y Alava, y por eso mismo uno de los montes más transitados de nuestro territorio. Su famosa cruz está en canciones del repertorio popular, y alcanzar su cima es quizá una de las aspiraciones de cualquier aficionado a recorrer nuestras pequeñas montañas. Así que tampoco podía faltar en este modesto catálogo para senderistas locales.

Desde que hace ya unos cuantos años se abrió el acceso rodado hasta Pagomakurre (Areatza), es éste el punto de inicio más concurrido de los muchos que conducen a nuestro gigante provincial. Desde este lugar emprendemos la marcha que, siempre en buena compañía, nos llevará hacia la cima más importante de Bizkaia. Una excursión por paisajes que no olvidaremos y que, con un pequeño esfuerzo, resulta asequible para cualquier aficionado.

                DISTANCIA: 12,6 km.  
            DESNIVEL: 610 m. (870-1482)  CENTENARIO / TECHO MUNICIPAL (Zeanuri)
DIFICULTAD: Media 12 (6-5-1) Rampas del 30%
ITINERARIO  (ida y vuelta)  Inicio y final: Pagomakurre (Areatza)
            VIAS: Pista de tierra, senderos, campo a través
ACCESOS: En coche, desde Bilbao, autopista A8 dirección Donostia, hasta salida Vitoria-Gasteiz N-240. Se pasa Lemoa y Artea, y en Areatza se toma a la derecha la desviación señalizada al Parque Natural del Gorbeia. En 6 kms. se pasa el área de Larreder y en 2 más se llega a Pagomakurre.
ENLACES CON Arraba  
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 63
Mapa IGN MTN-50-87-Elorrio


Perfil (ida)

Puede el lector empezar en plan oiga, pero esto no es un blog de rutas para hacer en una mañana? Pues efectivamente, no nos hemos columpiado. Sin necesidad de madrugar mucho, se puede llegar hasta Pagomakurre desde Bilbao en menos de una hora. Le sumamos más o menos dos horitas de ascensión y algo menos para bajar, otra hora de vuelta en coche en plan tranquilo, y como mucho está usted de vuelta para tomar el aperitivo. O sea, que perfectamente se puede hacer en una mañana.

Inicio del camino
(foto de Kikomendi)
Como la primera parte de la ruta coincide por completo con el itinerario hasta Arraba, me remito a lo indicado en esa entrada, sin abundar en demasiados detalles. Recorriendo el aparcamiento de Pagomakurre en todo lo largo, dejamos a la izquierda primero la pequeña ermita de Nuestra Señora de la Paz y luego un refugio, y tomamos la pista que sale por la derecha, amplia y bien señalizada. El camino es cómodo, aunque con tramos de guijarros sueltos, y pasamos junto a algún caserío aislado. Por la izquierda se va abriendo el barranco de Lanbreabe, con estupendas vistas sobre el valle de Arratia, y por la derecha vamos bordeando las faldas de Lekanda, bajo su airoso perfil.

Barranco de Lanbreabe
Hay que hacer una pequeña anotación sobre la meteorología. El tiempo puede variar de forma radical entre lo que encontramos al principio del camino y lo que tendremos más arriba, puede estar totalmente cubierto abajo y despejado después, o justo lo contrario. Así que conviene tomarlo con calma, no agobiarse si empezamos con ambiente gris y hasta lluvioso, ni frustrarse si de Arraba para arriba las cosas se nos ponen feas –muy especialmente cuando falta visibilidad. En ese caso, no olvidemos que estamos por encima de los 1.000 metros de altitud y a veces es mejor darse la vuelta a tiempo.

Señales en Arraba
A media subida, si el tiempo es favorable, ya tenemos a la vista el redondeado perfil del Gorbea y su cruz. Y en poco más de media hora desde el inicio habremos cubierto la primera etapa, llegando a las campas de ARRABA. Es más o menos medio camino, pero no nos engañemos: de ahí en adelante la cosa se presenta bastante más dura.

Como decía en el post señalado arriba, las campas de Arraba constituyen un paraje delicioso, bajo la cima de Lekanda y los escarpes rocosos que cierran el biotopo de Itxina, amables laderas alfombradas y el refugio Ganguren, más o menos en el centro. Un lugar ideal para hacer una pausa. Pero hay que seguir adelante. El camino se bifurca en dos senderos agradablemente flanqueados por jóvenes abedules y, según nos indican las señales, tomaremos el de la izquierda.

Paso de Gatzarrieta, con sus dos caminos
Dejando por la derecha el refugio de la Federación, nos dirigimos ahora hacia el paso de GATZARRIETA (o Aldape), que bordea este picacho con fuerte desnivel por la izquierda, en el único punto algo expuesto de toda la ruta. No es un lugar peligroso, es una sendita algo deshilachada aunque fácilmente transitable, pero conviene tener cuidado sobre todo en caso de mal tiempo. El firme puede estar algo resbaladizo, y está tan castigado por el continuo paso de montañeros que se está intentado habilitar una alternativa, unos metros por debajo, para frenar el deterioro. 

La travesía finaliza en nuevos prados para continuar un tramo tranquilo y casi llano, que nos conduce hacia Eregiñao. Por la derecha se encuentra el modesto menhir de Zastegi, que pasa desapercibido para la mayoría de los transeúntes, y desde aquí tenemos una panorámica perfecta de lo que queda por recorrer:


Refugio de Eregiñao
De esta forma, poco después bajamos hacia el pequeño pero muy hermoso hayedo junto al que se encuentra el refugio de EREGIÑAO. A la izquierda, tras el arbolado, queda la minúscula y curiosa ermita de Elurretako Ama (Nª Sra. De las Nieves), que podemos acercarnos a conocer. Tampoco viene mal tomarse un respiro porque ahora viene la parte más dura del recorrido.

Por nuestra derecha aparece un pequeño arroyo, y la cosa está ya bastante clara: hay que remontar hasta el collado que separa Aldamin (izquierda) y Gorbea (derecha), para luego subir el famoso cuestón final. Pero la cosa tiene su miga, porque vamos a subir 200 metros por las bravas, por terreno abrupto, senditas escarpadas salpicadas de rocas a veces 
Subiendo desde Eregiñao
resbaladizas, y una pendiente que ronda el 30%. La fama se la lleva la última pala hacia la cruz, pero ésta tampoco es manca, con porcentajes similares pero de tránsito más incómodo. Eso sí, la vista que tenemos a la espalda es fotogénica a más no poder.

El collado parece que no va a llegar nunca, pero sí, por fin llegamos a ALDAMIÑOSPE, una nueva extensión verde a caballo entre Aldamin y Gorbea. El fotogénico Aldamin está tan cerca que, dependiendo de cómo andemos de fuerzas, también 
Aldamin desde el collado
podemos aprovechar para encaramarnos a su cima, lo que nos llevará unos 15 minutos adicionales.

Pero ya estamos a un paso de nuestro gran objetivo. O eso parece. En dirección sur se levanta la tremenda loma que lleva, sin camino, hasta la cruz, perfectamente visible. La madre de todas las cuestas, al menos en lo simbólico.

Como seguramente ya nos han advertido, las propias dimensiones de la cruz hacen engañosa la distancia, porque nos quedan unos 500 metros de marcha para salvar un desnivel de algo menos de 200. Como siempre, haciendo cuentas nos sale un porcentaje constante cercano al 40%. Mucha cuesta, sí, pero la cima está ahí y viéndola aguanta cualquiera.

A por ella!
Hay una trazada que sigue más bien hacia la izquierda, y seguramente es la mejor opción, aunque también podemos intentar zigzaguear un poco por la verde alfombra, mientras observamos algunas pequeñas hoyas que salpican la ladera. Una pequeña fuente más o menos a media subida nos facilita la excusa para hacer una pequeña pausa. En algunos tramos la cruz desaparece por completo, lo que indica pendientes aún mayores, aunque la subida es más bien continua. Y monótona. Y muy muy larga.  

Pero al final, claro, llegamos.

Ya estamos aquí, en lo más alto de Bizkaia y Alava, junto a la mítica cruz de hierro, vemos la virgen, el bonito buzón, gente sentada comiendo o viendo el paisaje. El Gorbea. La vista no choca con nada hasta Aizkorri, allá en Gipuzkoa. Y ya ves, dos horitas, un pequeño esfuerzo y algo de paciencia.




Aldamin y la 'isla' de Anboto

Nubes sobre Alava