jueves, 29 de septiembre de 2016

Luxar

La comarca de las Encartaciones ofrece multitud de pequeños montes, que son ideales para paseos mañaneros como los que normalmente traemos al blog. Algunos se levantan a la sombra de las cimas y cordilleras más relevantes, de forma que a la sencillez de su acceso añaden perspectivas poco corrientes sobre sus más importantes vecinos.

Es lo que ocurre con el Luxar, un discreto montecillo muy próximo a Gueñes y Galdames, que escolta por el oeste el poderoso Eretza, formando parte del vértice en que la cordillera de Triano se prolonga para formar la sierra de Sasiburu. Una ruta corta y muy fácil nos permite acceder a su cumbre y conocer de paso algunos restos de las líneas defensivas de la Guerra civil.

                DISTANCIA: 4,4 km.  
            DESNIVEL: 200 m. (335-539)  CENTENARIO
DIFICULTAD: Muy Baja 5 (2-1-0)
ITINERARIO  (ida y vuelta)  Inicio y final: Bº Illeta (Galdames)
            VIAS: Pistas de asfalto y cemento, sendero
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista dirección Balmaseda salida Gueñes. En Gueñes, tras un pabellón de muebles se coge BI-3631, se deja el desvío a Amabizkarbekoa, y se toma el siguiente (derecha) hacia Saratxo, El Regato y Eretza. Se sube, pasando Amabizkargoikoa, hasta el desvío señalizado hacia Illetas.
ENLACES CON Grazal
TRACK: Luxar
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 32


Perfil (ida)

Ermita cerca de Illeta
Siguiendo lo indicado en Accesos, justo en la desviación hacia el barrio de Illetas, sin llegar hasta él, se encuentra un pequeño espacio donde podemos dejar el coche. Tomamos el camino –todavía asfaltado- que sigue hacia la derecha en muy suave subida, con un cartelito que indica hacia Arbori y Eretza. En unos pocos metros tenemos por la izquierda la ermita de San Cosme y San Damián, medio escondida entre los árboles, a la que se accede por un caminillo –aunque, siguiendo unos metros más, la carretera gira a la izquierda y llega al mismo punto. Es un edificio de buenas dimensiones y rodeado de una explanada asfaltada. Por lo demás, no parce tener mucho más interés, así que continuamos adelante saliendo de nuevo al camino por el que veníamos, que ahora es una larga recta con pendiente moderada, bordeado por pinares.

Bunker en Arbori
Tras cruzar un paso canadiense, se atisba por la derecha lo que es un nido de ametralladoras perteneciente al Cinturón de Hierro, en el paraje de Arbori, con un mapa e indicaciones del PR BI-106. En este folleto tenemos interesante información sobre el particular, un ejemplo más de los bastante numerosos que encontramos en los montes alrededor de Bilbao. Algunos bunkers están muy cerca del camino, así que no perdemos nada acercándonos a echar un vistazo.

Eretza, muy cerca
Unos metros más y llegamos a un cruce. Seguramente veremos algún coche aparcado, porque hasta este punto se puede llegar para acometer por el camino de la izquierda la ascensión hacia el Eretza. Pero en esta ocasión lo dejamos estar y continuamos por la derecha. Enseguida llegamos a una bifurcación: por la izquierda bajaríamos hacia el bonito recorrido de Grazal, así que seguimos por la derecha (Luxar 30´). Continuamos siempre por camino de cemento (que ya puede aburrirnos un tanto), y vamos buscando un brusco giro a la derecha, que enseguida llega. Otra vez con buena señalización, tomamos un camino de grava (incómoda) que sube en dirección a Goldebano y Luxar.

Hay que cruzar una puerta metálica con paso lateral, y vamos a dar a una zona de pastos, teniendo por la derecha la espalda rocosa del Eretza y varias elevaciones que conectan con el Pico de la Cruz. Por la izquierda tenemos la verde loma de Goldebano, a cuyo pie accedemos junto a un abrevadero con las marcas de los PR 106 y 107 bajo un fantástico árbol.

Camino por Goldebano
Ahora toca encaramarse a esta colina, en cuya cima hay un depósito de agua. Lo hacemos siguiendo un camino de hierba y describiendo después una lazada también indicada con una flecha. En la segunda curva observamos por la izquierda el potente perfil del Gallarraga (no tan rotundo como desde Sodupe) y el Ganzabal en primer término. Nada más coronar la tachuela de Goldebano, ya tenemos a la vista lo que indudablemente es el objetivo: un modesto promontorio medio cubierto de arbolado y bastante cercano.

Luxar a la vista
Perdemos primero unos metros para seguir un sendero no muy marcado, siempre acompañados de ganado vacuno, y enfilamos recto hacia la subida internándonos de golpe bajo un tupido arbolado. Enseguida observamos una sendita estrecha y escarpada que sale por la derecha, y hacia allí hay que tirar, picando para arriba con decisión, entre algunas rocas y raíces enmarañadas. Es sin duda la parte más divertida del recorrido (la única, más bien).

Cima
Y así, pronto avistamos el mojón que marca la cima (LUXAR, 539 m.). Las vistas son interesantes: además del Eretza y compañía que hemos venido viendo casi todo el tiempo, se distinguen los núcleos de Amabizkargoikoa e Illetas y, cerca del primero, el pequeño valle que nos separa de Larrea y Ubieta/Zipar. Hacia el sur se ve claramente el valle de Zalla-Aranguren. En una ocasión vi unas estupendas
panos con las cimas señaladas (quizá en mendiak), pero después no he sido incapaz de encontrarlas.

Al norte, Pico de la Cruz (derecha)
En el camino de vuelta –el mismo de subida- podemos permitirnos atajar campo a través desde la cima de Goldebano hasta la pista, claramente visible. Y así regresamos tras un paseíto tranquilo, quizá algo anodino, pero cómodo y con algunas vistas interesantes, con el aliciente de la última palita. Un buen plan para esos días perezosos que a veces nos hacen resistirnos a empresa más complicadas.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Pagasarri (alternativa)

El carácter emblemático del Pagasarri no admite dudas para todos los bilbaínos: su belleza y facilidad de acceso hacen que sus caminos y su cima sean frecuentados, de forma a veces abrumadora, por miles de paseantes cada fin de semana. Esto tiene como contrapartida cierta masificación, que algunos montañeros a duras penas soportan.

En esta ocasión, en ibilkat ofrecemos una posible ruta alternativa, que permite acceder a nuestro monte manteniéndonos la mayor parte del tiempo alejados de las multitudes y los caminos más concurridos. Evidentemente, hay otras muchas posibilidades de ganar la cima del Paga por senderos poco frecuentados. Para los menos conocedores de la zona, tal vez comenzando por la ruta que exponemos, sirva para ir conociendo otras opciones.

               DISTANCIA: 2,90 km.  
            DESNIVEL: 165 m.  (140-305)               
DIFICULTAD: Baja 5 (1-1-3) Dificultad de tránsito / orientación / rampas del 30-40%
ITINERARIO  (lineal)  Inicio: Igertu
            VIAS: Senderos, pista de tierra, campo a través
ACCESOS: En coche, bien desde San Adrián-Larraskitu, bien desde Rekalde, hay que tomar Larraskitubidea hacia arriba, y después Pagasarribidea pasando por el bar Athletic, hasta llegar al parking de Igertu. (Haciendo a pie este último tramo, se puede llegar a San Adrián o Rekalde en las múltiples líneas de Bilbobus)
ENLACES CON Pagasarri por MandabietaCamino ViejoGanekogorta, y otros varios 
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 33
Mapa IGN-MTN50-61-Bilbao




Igertu: camino normal y variante
hacia los árboles
Vaya por delante que esta entrada se dirige preferiblemente a quienes ya conocen un poco la zona del Pagasarri, o a senderistas un poquillo rodados que no gusten de los caminos más conocidos. También por eso no nos detendremos en demasiados detalles sobre los puntos más sencillos de la ruta. Nuestro punto de partida va a ser el de siempre, el collado de Igertu, un agradable cruce de caminos con parking y una pequeña zona de picnic. En este punto, tomaremos en principio la ruta normal al Paga, siguiendo en subida la carreterilla por la que hemos llegado. Tras unos 200 metros, dejamos por la derecha una vieja cantera y por la izquierda el desvío señalizado hacia la ermita de San Roque, giramos a la derecha y comenzamos a subir por pista de piedrilla para cruzar de inmediato una barrera. Justo antes tenemos por la derecha unos escaloncitos que conducen a un recodo con un par de bancos. Aquí (DESVIO-1) comienza nuestro camino alternativo.

Barrera y desvío junto a los bancos
VARIANTE 1 (ruta naranja):   Pero también podemos escapar de los caminos habituales incluso antes: en el mismo Igertu, en vez de seguir la carretera, nos internamos por la ladera de los bancos hacia la derecha. Ganando unos pocos metros encontramos bajo el arbolado traza de un camino que, siempre en ligera subida, nos deposita primero en el borde de la cantera para luego girar a la izquierda, subiendo por zona despejada. La senda pronto se pierde, y hay que ir progresando con cierto cuidado –la pendiente es bastante fuerte- para ganar la pequeña cresta rocosa que tenemos a la vista. En ella nos reuniremos con el trazado que exponemos.


Igertu y Arnotegi
VARIANTE 2: Dado que esta primera parte es la más complicada, podemos optar por continuar el camino normal atravesando la barrera y siguiendo por la cuesta del Silencio. Llegados a la fuente de Zapaburu, podemos tomar un atajo que nace por la derecha justo después del manantial, y remonta con fuerza para salir a la parte superior de la pista, cerca de Gangoiti. Aquí enlazaríamos con nuestra ruta en el DESVÍO-2

Por la derecha de los bancos tomamos un senderito que trepa por la ladera. Giramos un poco hacia la derecha y junto a una torreta eléctrica recuperamos el trazado que antes resultaba bastante borroso. La trocha es ahora mínima pero muy clara, y continúa bordeando el corte de la cantera que hemos visto antes, por lo que conviene andarse con algo de cuidado. Un antiguo sendero, hoy borrado, partía de la misma cantera para subir todo tieso hasta el punto en que nos encontramos.

Por la cresta
Ahora vamos serpenteando junto a esta alineación caliza, siempre ganando metros y con con una magnífica vista a la espalda que incluye ángulos inéditos sobre San Roque y Arnotegi. Llegamos a un viejo vallado que ya anuncia que estamos muy cerca de la cantera ‘grande’, y en algún momento hay que usar las manos para continuar por una pequeña canal y seguir progresando, siempre por el roquedo. Tras avistar un par de viejísimos cartelitos de peligro, podemos asomarnos con mucha precaución a lo alto de la cantera del Peñaskal, con una excepcional panorámica sobre el botxo. Pero nuestra ruta continúa hacia la izquierda. 

Hacia el bosque
El camino es ahora verde y amable durante unos metros, pero enseguida empieza a discurrir por otra ladera muy inclinada, lo que hace que progresemos en un equilibrio algo inestable. Atravesamos el cortafuegos del tendido eléctrico, e irremediablemente entramos en el bosque, siempre con fuerte pendiente hacia la izquierda, aunque al menos aquí tenemos árboles que ayudan a avanzar. El objetivo será ir ganando altura poco a poco, si no queremos terminar en las proximidades de la fuente de Zapaburu. Seguimos entonces un trecho el camino de vuelta descrito en nuestra entrada Gangoiti, después de coronar esta cima.

Así, finaliza el trayecto por el bosque y salimos a zona abierta. Aunque podríamos seguir ladeando más e menos en horizontal, me parece mejor subir algo más, bordeando el lindero del bosque, aunque la pendiente es relativamente dura (como del 30%). Saldremos así al pequeño cordalito de Gangoiti, cuyo buzón nos queda hacia la derecha, a unos pocos pasos. Descendemos entonces hacia el área de picnic y la caseta forestal, y accedemos al conocidos cruce de caminos por donde discurre una de las pistas de ascenso al Paga. Así que con esta extraña trazada alternativa, hemos llegado aquí esquivando el tronco común de los caminos más transitados.

Inicio del sendero en el Desvío-2

Vista desde el fin del segundo atajo,
con San Roque a la derecha
El que viene por la izquierda y gana altura con decisión tras girar a la izquierda es la pista ‘corta’, pero tampoco vamos a seguirla de momento. Justo en el ángulo que forma esa curva –valga la metáfora- se inicia un sendero (DESVIO-2), perfectamente visible, que remonta con decisión entre arbolado no muy cerrado. Este será nuestro camino para atajar la pista. La subida tiene una pendiente bastante potente, con una media del 41% y picos del 45, para remontar de los 460 metros a cerca de los 600, en un tramo que conviene afrontar con un poco de paciencia. No sé si son impresiones mías, pero creo que esta sendita viene siendo utilizada por la gente cada vez con más frecuencia.

Nuevo desvío (3)
Recobramos el aliento al llegar de nuevo a la pista, no muy lejos de la campa del Paga. La seguiremos durante poco más de 200 metros en muy ligera subida. Pero como nos resistimos a la trazada 'normal', buscamos un nuevo desvío. Tras haber pasado junto a una mancha de cipreses (izquierda) y un vallado (derecha), un nuevo senderito arranca por la derecha donde aflora algo de roca (DESVIO-3). Este tramo es mucho más suave que el atajo anterior, y sobre todo mucho más corto, y desemboca, tras atravesar dos pasos en el vallado, en la pista del gaseoducto, en el cordal digamos por detrás de Ganeta.

Giro a la derecha
Pero tampoco ahora nos resignamos a seguir sin más hacia las antenas. Justo antes de empezar a remontar hacia la cima, tomamos un camino, llano y herboso, que sale por la derecha. El trazado es cómodo, con buenas vistas sobre el Ganeko y, tras rodear la cima de Ganeta, desemboca justo en la pista de cemento que sube a las antenas desde el collado del Paga. 

De aquí ni tenemos más que bajar al archiconocido collado del Pagasarri, junto al refugio, y de ahí remontar el camino para culminar esta entrañable cima.

Vaya, que más o menos hemos conseguido completar la ascensión sin casi pisar las rutas más concurridas, transitando a veces por senderos antiguos, alguna zona escarpada, atajos y caminos que casi nadie utiliza. También está claro que la ruta que proponemos es una entre otras varias –quizá muchas- que pueden llevarnos al mismo objetivo, de forma que agradecería si alguien nos sugiere otras posibilidades. Será un placer probarlas, que el Paga da para mucho disfrutar, y no siempre de la misma manera.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Ogoño

La combinación del entorno montañoso con el litoral siempre ofrece imágenes impactantes: acantilados vertiginosos, vientos marinos penetrando en los bosques, azules y verdes rivalizando en las panorámicas. Es uno de los grandes atractivos de toda la costa cantábrica y, aunque Bizkaia no posee grandes elevaciones al borde del mar, podemos encontrar lugares donde los dos elementos se funden en estampas casi perfectas.

Uno de ellos es el gran promontorio de Ogoño, que se interpone entre Elantxobe y la playa de Laga, reuniendo una espectacular y escarpada zona boscosa sobre una mole de roca que cae en picado sobre el mar. Podemos conocer su cima y su más deslumbrante mirador en una excursión que es posible regular a voluntad: desde un sencillo paseo hasta una ruta algo más larga y complicada, según lo que nos apetezca, pero que en todo caso merecerá la pena.

               DISTANCIA: 5,2 km.  
            DESNIVEL: 165 m.  (140-305)    CENTENARIO / TECHO MUNICIPAL Elantxobe
DIFICULTAD: Baja 5 (1-1-3) Dificultad de tránsito / orientación / desnivel acumulado
ITINERARIO  (circular)  Inicio y final: Cementerio de Elantxobe
            VIAS: Camino de cemento, sendero de tierra, zonas de roca
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista dirección Donostia-San Sebastián hasta Amorebieta. Tomar BI-635 en dirección Gernika y aquí dirección Lekeitio. BI-2238 pasando Kortezubi y Arteaga. Después, BI-2237 en dirección Ibarrangelu y Elantxobe. Bizkaibus A3513 Bilbao (Termibus)-Gernika-Lekeitio
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapa 5
Mapa IGN MTN-50-38-Bermeo



Señales junto al cementerio
Si llegamos en coche a Elantxobe, antes de acceder a ese casco urbano de perfil imposible, un desvío a la izquierda indica ‘Ogoño’. Debemos tomarlo para, en cosa de un kilómetro, alcanzar una explanada justo al lado del cementerio. Aquí iniciamos la marcha (si partimos del pueblo, simplemente hay que subir en dirección al camposanto, que está correctamente señalizado).

Junto a la tapia del cementerio una flecha direccional marca 30’ a Ogoño, junto al GR que enlaza con Atxarre. Seguimos este trazado y rápidamente empezamos a ganar altura por pista de cemento. Por la derecha queda primero una casa rural con unas vistas escandalosas sobre parte de Elantxobe y las sucesivas puntas que se internan en el mar hacia el Este, y algo después dejamos un último caserío.
Vistas al Este

Junto a un poste eléctrico hay una bifurcación, donde tomamos el camino de la derecha. Pasamos a pista de gravilla y pronto nos internamos en un cómodo camino, prácticamente llano, bajo pinos y eucaliptos, saliendo a la vertiente occidental de esta especie de península. De forma que, poco a poco, se empieza a abrir la perspectiva sobre el estuario de Urdaibai: primero la isla de Izaro y Matxitxako, luego Bermeo y después el tramo costero que enlaza con Laga. Una maravilla en un día claro.

Camino bajo arbolado
El camino gira ligeramente hacia el interior, teniendo de frente lo que es claramente la cima. Dejamos por la derecha un desvío hacia la antigua cantera (Karobia) y seguimos, siempre por un agradable sendero, ganando terreno el firme arenoso propio del eucaliptal. Un cartelito nos indica que por la derecha tenemos la cumbre, llamada Atxurkulu, y para allá nos vamos.

Trepando por la roca
Avanzamos por un senderito cada vez más estrecho donde el entorno se empieza a poblar con encinas y madroños, a la vez que se vuelve más intrincado y cada vez más rocoso. Según vamos alcanzando la máxima cota, se hace más necesario emplear las manos y progresar con cuidado. Dejamos por la derecha un promontorio que asoma directamente sobre la enorme brecha que divide el monte en dos mitades, como cortado por un cuchillo, y ya vemos por la izquierda la cumbre, señalada con la habitual ikurriña, que en esta ocasión nos facilita mucho la orientación.

Atxurkulu (cima)
En unos pocos metros alcanzamos la minúscula cima (OGOÑO o Atxurkulu, 305 m.), ocupada por el gran mástil y dos buzones, casi sin sitio para moverse, pero con excelentes vistas: vemos la costa por ambos lados, aunque con perspectiva menos clara que en la subida, y también tenemos amplias perspectivas sobre la zona prelitoral. Hacia el norte se distingue con claridad la elevación de Talaia, que es justamente hacia donde iremos.

Ahora toca deshacer el camino de subida, lo que habrá que hacer con algún cuidado para no liarnos,
Aproximación a Talaia
como ocurre en estas zonas de calizas y encinar. En lugares algo confusos, la recomendación es siempre retroceder si no vemos el camino claro, porque empeñarse en aventuras suele ser garantía de meterse en líos, a veces poco agradables (y aún más bajando). De vuelta en el cruce, tomamos ahora la pista anterior hacia la derecha. Alternamos algunas vistas desde ahora impresionantes hacia el oeste con tramos cada vez más tortuosos, y ya tenemos al lado el tremendo promontorio de Talaia, en cuya cúspide se ve gente, figuras muy pequeñitas, casi colgadas sobre el abismo, algo que corta la respiración.

Playa de Laga, Bermeo y Mundaka al fondo
Sin ningún problema -y con bastantes excursionistas siempre que hace buen tiempo-, accedemos a esta pequeña cumbre (TALAIA, 276 m.). El lugar es tan espectacular como poco recomendable para quienes padecen de vértigo. Se trata de una punta rocosa justo encima de inmensos paredones visibles desde kilómetros, que caen en vertical directamente sobre el mar, es decir, los 276 metros a plomo. Por ahí parece que hay vías de escalada bastante famosas, y la gente se asoma a los salientes para hacer fotos… mientras algunos permanecemos unos pasitos más atrás. Obviamente, las vistas son brutales, con la playa de Laga a nuestros pies, lo que acrecienta la sensación de vértigo total.

Atrás queda la cima
Parece que esta atalaya la utilizaban antiguamente para comunicar a los marinos el avistamiento de ballenas en el Golfo de Bizkaia, y desde aquí se divisa lógicamente también la cima principal de Atxurkulo, visitada antes. Un poco más adelante –hacia el norte- hay otro pequeño promontorio rocoso, menos multitudinario, y ahí parece que termina todo. Si no tenemos ganas de más, no hay más que volver tranquilamente por el camino de ida hasta nuestro punto de partida.

Pero nosotros vamos a seguir el recorrido por la línea de acantilados, aunque todo parezca ser rocas y maraña de encinas. Pero si nos fijamos, en bajada en dirección al mar encontramos unas marcas rojiblancas (creo que es el GR 98). Las seguimos en bajada bastante fuerte y, sobre todo, escarpada, sinuosa, entre rocas que afloran y encinar
Por el bosque
enmarañado. Todo un laberinto donde perderse puede ser fácil, pero en este caso, con un sendero bien marcado, basta con prestar atención a la pintura, buscar siempre la marca siguiente, para no tener problemas.

El camino es realmente espectacular, pero hay que tomarlo con calma porque queda bastante, unos 2,5 o tres kms., que no se hacen deprisa en este tipo de entornos. Tras un pequeño claro rocoso, nos adentramos del todo en la espesura, las ramas sinuosas por donde el sol penetra como atomizado, rocas cubiertas de musgo, el
Balcón sobre el mar
sendero que serpentea sin fin. Junto a una enorme mole rocosa hay una especie de vertiginoso balcón –como los que veremos después, oportunamente cerrado con unas ramas- con caída directa al mar que serán no sé, 80 o 100 metros, una cosa escalofriante. Todavía encontraremos un par de miradores parecidos más adelante, poco más o menos igual de terroríficos.

Elantxobe, de vuelta
Tras un trayecto de unos 20 minutos, y un tramo en que perderemos unos cuantos metros, salimos a terreno más despejado, y una baliza de la Diputación anuncia el fin del área protegida del encinar. Circulando entre dos vallados, un cartelito indica hacia Elantxobe por la izquierda, que es la dirección que debemos tomar, para seguir un estrecho sendero, pasando junto a una caseta, y salir junto al caserío Beotegi al mismo Elantxobe, más bien en su parte alta. Pasamos el mirador de Europa –donde no se ve mucho más que los tejados- y, con sólo coger la primera calle hacia la derecha en subida, volvemos en un pispas a nuestro punto de partida.