martes, 26 de abril de 2016

Burgoa desde Bermeo

Desde el macizo de Sollube se descuelga una pequeña sierra en dirección norte que, pasando por la cima del Burgoa, va a morir en el mar, no sin antes formar el cabo Matxitxako. Esta pequeña alineación sirve también de lindero natural entre las poblaciones de Bakio y Bermeo, aunque el límite administrativo, situado más al oeste, determine que toda ella se encuentre en territorio del municipio pesquero.

Desde Bermeo precisamente nos aproximamos a su cumbre disfrutando de hermosas vistas, que reúnen el entorno montañero con la belleza del litoral.

                DISTANCIA: 5,4 km.  
            DESNIVEL: 340 m.  (110-451)  CENTENARIO
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (3-1-0)
ITINERARIO  (ida y vuelta)  Inicio y final: Ctra. Bermeo-Bakio (Tiro al plato)
            VIAS: Carretera, pistas de tierra, senderos
ACCESOS: De Bilbao a Bermeo, en coche, autopista dirección Mungia y donde termina, BI-631 por Sollube hasta Bermeo. Aquí tomar a la izquierda carretera BI-3101 hacia Bakio, parando junto al Tiro al plato. Euskotren Bilbao-Bermeo. Bizkaibus A 3527 Bilbao-Mungia-Bermeo, y A3524 Bermeo-Bakio parada Arene-mirador
ENLACES CON Burgoa desde Bakio
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapas 4-5



Desde el mirador
En la carretera de Bermeo a Bakio encontramos un lugar donde aparcar en un bonito mirador cerca del Tiro al plato, a unos 2 kms. del casco urbano de Bermeo. La vista es fantástica hacia el Este, donde divisamos Izaro, Ogoño y Laga, con el bravo Cantábrico abriéndose a nuestros ojos. Retrocedemos entonces por la carretera hasta encontrar un camino asfaltado que sube por la derecha, donde abandonamos el asfalto. Ahora toca transitar entre varios espectaculares chalets con enormes terrenos, increíbles vistas, piscinas, etc., en fin, una cosa impresionante.

Como todo está debidamente señalizado, seguimos primero la dirección hacia Aizearte e Itxasmendi. Frente al primero de ellos, dejamos por la derecha el desvío hacia Bake-Leku y bordeamos el citado Aizearte, siguiendo luego por la izquierda junto a una valla de alambre. Llegamos a un punto (CRUCE W233) con dos desvíos por la derecha, y optamos por el segundo, marcado con unos hitos con pintura naranja,
Puerta metálica y atajo
con toda la pinta de madereros. Nuestra opción será un atajo, dejando el otro camino para el regreso.

Tras unos metros de suave subida, topamos con una puerta metálica, pero por la izquierda se abre una zona talada con una buena rampa que conduce directa al monte. La subida es dura, pero no hay obstáculos importantes, aparte de los hierbajos y un par de zonas aterrazadas con pequeños taludes que hay que salvar. Por la espalda se nos abre una bonita perspectiva sobre Bermeo. En la parte final se atisba una traza de sendero que facilita el paso, y accedemos a una pista de tierra (CRUCE W232) que tomamos hacia la izquierda.

Entre eucaliptos
El camino es ahora sencillo, en muy suave subida, y se interna en un pinar. Pasamos junto a un hito de piedras (izquierda) y poco después junto a un poste tricolor con marcas de GR y PR. Por la derecha se entrevé la amplia vaguada del arroyo Madariaga, con unas instalaciones al fondo, que deben corresponder al gasoducto de la Gaviota. Tras una pequeña bajada salimos a campo abierto, con un caserío por la izquierda, y más adelante, en una bifurcación, tomamos el camino de la derecha.

Última rampa (derecha)
El camino nos lleva muy cerca de una carretera y hay una cruz de señales, donde se señala 1,5 kms. al Burgoa. De nuevo nos metemos bajo arbolado por un sendero amplio, con pendiente moderada y muy pedregoso, que recuerda un montón a la subida a Jata. Llegamos a una bifurcación en una curva (CRUCE W230). Giramos a la izquierda y tras una nueva rampa, otro poste señala que vamos bien. Salimos a otra pista más ancha, tomándola a la izquierda, y alcanzamos una especie de collado (Burgoakolandea), con otro poste con señales (COLLADO W229). Aquí ya está muy claro lo que hay que hacer: giro a la derecha para enfilar una dura pala que nos conduce directos a la cima.

La subida es potente, obstaculizada además por cantidad de piedra suelta, aunque puede tomarse un senderito más recomendable por la izquierda, y el tramo no es largo.

Parapeto y mojón



Sollube y Garbola
Finalmente, divisamos ya el abrigo de piedras y el mojón en la cima (BURGOA, 451 m.), a donde accedemos por un escarpado sendero. En la cumbre encontramos un mástil con la ikurriña y un buzón en forma de trainera, aunque hay otro más sobre el murete y creo que un tercero, más reciente. El mobiliario se completa con un Belén, de esos que gusta ver en Navidades, y algunos descerebrados se encargan de destrozar de cuando en cuando.

Bermeo y vistas al Este

Con tiempo despejado, las vistas son fantásticas sobre el Este: Bermeo, Urdaibai, Ogoño… lo ya visto desde el mirador, pero con perspectiva más amplia. Vamos, lo que se ve en este video de nuestro afamado canal de Youtube, con ese zoom característico que todos intentan imitar:



Girando hacia la derecha distinguimos por ejemplo Ereñozar o Illuntzar, y otros que no se ven en el video. como Sollube, el cercano Garbola, Ganeko y Eretza al fondo, Jata… 

Desde Burgoa, aparte de la opción de volver por donde indicamos ahora, tenemos varias posibilidades interesantes, como acceder al vecino Garbola (bajando hasta el cruce W229 y siguiendo por la derecha, prácticamente sin ninguna desviación), o bajar hacia Bakio por San Pelayo, enfilando hacia la visible antena de Axnabarra (camino inverso al de la entrada Burgoa desde Bakio). En todo caso, habrá que considerar el transporte en que hemos venido.

Pero si volvemos a nuestro punto de inicio, podemos hacer también una pequeña variante. Llegados hasta  el CRUCE W232, seguimos la pista adelante, sin atajar por el terraplén. Enseguida nos encontramos con una cosa algo extraña: una cruz de piedra en un lugar recóndito y con una inscripción que pone ‘Puso Elano’ o algo así, con fecha de mil ochocientos y pico. Sobre este sorprendente descubrimiento y otras muchas cosas interesantes acerca de la historia de Bermeo nos ilustra este blog, de personaje tan improbable en nuestro espacio como Josu Erkoreka. 

El camino gira entonces hacia la derecha, dejando por la izquierda una caseta de piedra, de aguas o algo así. Y sin más complicación acabamos saliendo a la primera bifurcación (CRUCE W233), justo por el camino que ignoramos al subir.

Y de aquí al mirador inicial, misma ruta de subida, sin ningún problema. 

domingo, 10 de abril de 2016

Azordoiaga PR BI-100

El valle de Azordoiaga se extiende al norte de Ganekogorta, limitado en el Este por la cordillera del Pagasarri, que lo separa de Bilbao, y en el Oeste por las cimas de Gongeda y Zamaia, que caen hacia el casco urbano de Alonsotegi. La zona tiene un inequívoco carácter rural y montañero, pero en ella han quedado vestigios de antiguas actividades. Así, la minería ha dejado importante huella, con desmontes, bocaminas y, en especial, la espectacular grieta de Zamaia. Y la explotación ganadera en tiempos pasados ha legado las curiosas parcelas circulares (seles), que no sólo permanecen en el paisaje, sino que han dado lugar a numerosos topónimos derivados de su denominación en euskera (kortak).

El sendero PR BI-100, llamado precisamente Ruta de las minas y seles, recorre por completo el perímetro del valle, surcando sus montes a media ladera y haciendo posible contemplar hermosos paisajes de este entorno, poco conocido y a tan escasa distancia de los grandes centros urbanos.

               DISTANCIA: 15,2 km.  
            DESNIVEL: 490 m.  (45-535)    
DIFICULTAD: Media 9 (4-5-0)
ITINERARIO  (circular)  Inicio y final: Azordoiaga (Alonsotegi)
            VIAS: Pista de cemento y tierra
ACCESOS: Desde Bilbao en coche, autopista dirección Balmaseda salida Alonsotegi. Junto al Ayuntamiento se toma una calle a la izquierda en dirección a Azordoiaga. El barrio se encuentra a unos 300 metros, después de pasar bajo la autopista. Hasta Alonsotegi (centro) Bizkaibus A-3341, A-3342 y A-3343 FEVE Bilbao-Santander estación Irauregi. En ambos casos, seguir a pie hacia Azordoiaga.
ENLACES CON
TRACK: Wikiloc
Más información:
Guía Cartográfica de Bizkaia mapas 33-42






Azordoiaga junto al arroyo
Este encantador barrio de Azordoiaga es nuestro habitual punto de inicio de muchas excursiones por esta zona (véase Fuente del Oro o Artiba). Siempre nos seduce su aspecto apacible y la sencilla belleza del arroyo, que se remansa junto a las casas poco antes de desaguar en el Kadagua.

Para ascender hacia el monte hay dos caminos. Tomaremos para subir el que arranca junto a un hermoso chalet con una cruz de señales, siguiendo la dirección hacia El Oro (el otro camino lo dejamos para el regreso). Empezamos por remontar una corta pero potente rampa de cemento, y nos encontramos en un camino enlosado que por la derecha estaba delimitado por una valla de madera, ahora desaparecida. Estamos siguiendo los pasos del paseo incluido en la entrada ‘Fuente del Oro’, antes citado, por lo que allí podemos encontrar más detalles en los que no nos vamos a detener ahora. Dejamos por la izquierda un desvío hacia el Tontorra (la variante 1 del PR) y seguimos junto a la profunda garganta del arroyo Pagobakotxaga, siempre por entorno sombrío y húmedo.


Area recreativa del Oro
En unos minutos estamos en el área recreativa del Oro, un rincón encantador sumergido en la arboleda: árboles con placas identificativas, un puentecillo, mesas y barbacoas, pequeñas escaleras, y un refugio. Merece la pena detenerse a admirar el lugar, aunque tampoco podemos entretenernos mucho, porque no hemos hecho más que empezar.

Justo después, la pista pasa a ser de tierra, avanzamos junto al arroyo, y poco a poco vamos ganando metros. Hay que tener claro que en ningún momento debemos abandonar la pista principal, aunque se nos presenten innumerables desviaciones, la mayor parte de las cuales son caminos de madereros. Empezamos a subir cada vez con más fuerza, dejando el bosque de ribera para meternos en un interminable pinar. Por la izquierda queda la pelada cumbre del Tontorra y empezamos a dibujar un amplísimo lazo, siempre en subida.

Refugio
Llegamos a un cruce con una pista que viene subiendo por la derecha, que es el camino que sube desde El Somo, por lo que seguiremos un tramo por el sendero descrito en la entrada Gongeda. De inmediato pasamos junto a lo que parece ser un refugio, y en un nuevo cruce señalizado vemos que hemos recorrido aún menos de 4 kms., y faltan casi dos más hasta las proximidades de Zamaia, que viene a ser el primer tercio del recorrido.

Seguimos subiendo, cada vez con más fuerza, en medio de la humedad y la sombra, y poco más adelante tenemos las primeras vistas sobre los alrededores: el Tontorra bastante cerca, y un bonito perfil del Paga al fondo. Un nuevo cruce y tomamos otra pista que describe una curva, en el fondo de la cual hay una arqueta. Ahora nos espera la rampa más dura de todo el recorrido: una subida casi recta, pedregosa y de desnivel moderado, que nos sitúa en otro cruce más.

Ganeko
Aunque parezca un lío, la verdad es que no hay más que seguir las señales para no equivocarse. Tomamos una pista hacia la izquierda, y después dejamos por la derecha el último desvío hacia Zamaia. Nos dirigimos hacia la falda del Ganeko, aparentemente cercano, y poco después salimos a campo abierto, alcanzando aproximadamente la máxima altitud del día (unos 530 metros), con lo que ya nos despedimos de la parte más dura del recorrido.

Zamaia y Gongeda
Estamos bajo las cimas de Zamaia y Gongeda, junto a una zona rocosa y abrupta que cae más o menos bajo la grieta, y de hecho se ven hendiduras y alguna bocamina. Empezamos ahora el tramo que recorre el fondo del valle, y dejamos por la derecha otro desvío que indica hacia el Ganeko (poco más de 3 kms., aunque con un buen desnivel). Pasamos junto a un mugarri cuyo significado desconozco, y la pista, de nuevo bajo pinares, empieza a describir sucesivas curvas adaptándose a la ladera, con lo que vamos pasando junto a numerosos manantiales, algunos bien vistosos.

Dejamos un desvío hacia Pilipaondo y Artiba, y tenemos las únicas vistas sobre este pequeño valle, vistas escasas, parciales y un poco lejanas, donde apenas se deja ver el embalse del que hablamos en esta otra entradaReconozcamos que el camino, aunque agradable, resulta algo aburrido, y prueba de ello es que es más utilizado por ciclistas que por caminantes. Pero podemos disfrutar de algunas panorámicas vistosas, como hacia el Paga (en una perspectiva diferente de lo habitual), o hacia el norte, donde observamos el Ganeroitz, Peñas Blancas y los montes de Triano. A la espalda va quedando el Ganeko, muchos metros más arriba.

Valle de Artiba y vistas al norte
Un poco más adelante encontramos una especie de mirador con un panel informativo acerca de los seles. También hay que decir que estas viejas demarcaciones agrícolas de forma circular se aprecian muy bien en fotos aéreas (en Google Earth, por ejemplo), pero in situ es prácticamente imposible verlas, por muchos mapas que nos pongan, porque carecemos de perspectiva suficiente. Pero bueno, estar, están.

Poco después, dejamos por la izquierda dos caminos, que se dirigen a las pequeñas cimas de Koskorra y Abitza (o Ebitxe), y aquí hacemos otra puntualización, Durante más de la mitad de la ruta hemos ido encontrando posibles desvíos hacia las cumbres secundarias que hemos ido citando. Casi todas se alcanzan en 10-20 minutos, así que, dependiendo de las ganas que tengamos, podemos ir coleccionando tachuelas sin mucho esfuerzo, o pasar de ellas, porque tienen un interés muy relativo (aparte de Zamaia y Gongeda, quizá el Tontorra sea el más atractivo, pero estos tres son los más alejados). En todo caso, las señales indican con claridad tiempo y distancia si queremos hacer estas incursiones.

Acceso al agroturismo Ordaola
Ahora empezamos a bajar muy suavemente. La pista, bastante descarnada, va pasando curvas y más curvas, y parece no tener fin, aunque resulta muy cómoda. Dejamos por la derecha un desvío hacia el Pagasarri (neveras y Erdikolanda), y unos minutos después arribamos al caserío Ordaola y asador Potxolo, y el camino pasa a ser de cemento, con lo que resulta incluso menos apetecible. Siempre en descenso moderado, alcanzamos una bifurcación (por la izquierda nos lleva al embalse de Artiba) y poco más adelante una antigua zona minera donde suelen tener lugar pruebas de motos (trial, enduro y cosas así).

Camino de vuelta
Ya por carretera pura y dura, seguimos bajando, con algunas localizaciones curiosas con que entretenernos (creo que hay un puentecillo y una pequeña represa), y alcanzamos finalmente el barrio de Azordoiaga desde el que hemos partido, esta vez por el camino de ignoramos en la subida.

Podemos decir que en este PR todo es moderado: no es largo pero tampoco muy corto; tiene una parte más dura, pero sólo al principio; no tiene vistas excepcionales pero resulta agradable. O sea, un recorrido sin muchas pretensiones pero estupendo para una mañanera y, eso sí, perfectamente señalizado y cómodo para no complicarnos la vida.