miércoles, 19 de agosto de 2015

Gaztelumendi

Poco tiempo después de la sublevación contra la República y del inicio de la Guerra civil se comenzó a construir una ambiciosa obra para la defensa de Bilbao y su zona de influencia. Se trataba de una extensa línea de fortificaciones con trincheras, baterías y túneles, conocida como Cinturón de Hierro. Fue sin embargo una iniciativa fallida, en parte por su defectuoso diseño, por la superioridad aérea enemiga y, finalmente, por la traición del ingeniero Goicoechea, que entregó los planos a los franquistas.

El modesto cordal que se levanta al norte del valle del Txorierri fue uno de los puntos donde más pronto los atacantes consiguieron abrir brecha, dando lugar a duros combates de cuyo recuerdo deja memoria el monolito que se levanta sobre la cima de Gaztelumendi. Nuestro paseo, desde el barrio de Goikolexea en Larrabetzu, se aproxima a la citada cumbre coincidiendo parcialmente con una ruta circular que recorre algunos de los vestigios de la época.

                DISTANCIA: 8,9 km.  
            DESNIVEL: 235 m.  (90-323) 
DIFICULTAD: Baja 5 (2-3-0)
ITINERARIO  (circular)  Inicio y final: Barrio Goikolexea (Larrabetzu)
            VIAS: Caminos de cemento y asfalto, senderos
           ACCESOS: En coche, desde Bilbao, autovía del Txorierri salida Larrabetzu. Se toma la BI-3713 y en Larrabetzu la BI-2713 dirección Morga hasta Goikolexea. Bizkaibus A-3631 (Bailén) y A-4341 (Sendeja)
TRACK: Wikiloc
Más información:
Sobre el Cinturón de hierro:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 25



           
Iglesia en Goikolexea (Larrabetzu)
Goikolexea es un apacible barrio rural bien comunicado, donde han florecido algunas edificaciones residenciales, conservando no obstante su tranquilidad y calidad de vida. Junto a la iglesia de San Emeterio y San Celedonio, dotada de una notable torre, encontramos un pequeño bar, un cruceiro y la parada del Bizkaibus, y por aquí confluyen el Camino de Santiago, procedente de Gernika, y uno de los posibles caminos hacia el cercano Bizkargi. Este último, por cierto, tuvo también importancia relevante en los episodios bélicos en torno al Cinturón de Hierro.

Pasamos por el costado de la iglesia y, dejando por la derecha el camino hacia el Bizkargi, giramos a la izquierda. Enseguida dejamos a ambos lados las últimas casas y continuamos por el asfalto bajo grandes pinos. Circulamos junto al arroyo Zugasti, y nos aproximamos a algunos pastizales que envuelven los dispersos caseríos del barrio de Ugalde.

En este punto podemos decir que, incluso para los que somos por naturaleza perezosos, muchas veces merece la pena madrugar un poco aunque la longitud de la excursión no lo justifique: bajo el frío de la mañana de invierno, los rayos de sol todavía bajo se cuelan entre los árboles, a veces emerge del suelo un velo de humedad, y otras podemos contemplar el rocío o la hierba todavía helada, mientras la furgoneta
Por el barrio de Ugalde
reparte el pan por los caseríos. Ya, que nos hemos puesto líricos pero, háganme ustedes caso, al menos de vez en cuando merece la pena vivir estas sensaciones. Seguimos.

Un poste de señales indica hacia Astoreka y Zarandoa por el GR 280, y giramos entonces a la izquierda, para tomar un camino de cemento que conduce a una casa (Atxika). La superamos por su parte trasera y seguimos en ligera subida. Unos metros más arriba, junto a otra casa (Aranguren) tomamos por la izquierda un sendero de tierra, algo agreste y sombrío, el típico camino entre lindes de fincas, por el que en unos pocos metros volvemos a la carretera general, enfrente de una torre eléctrica verde.

Caserío
Cruzamos la calzada hacia otro camino que sale por la izquierda con una señal de tráfico que nos vuelve a indicar Astoreka y Zarandoa, al lado de un caserío de buenas dimensiones. Es de utilidad ir viendo, aparte de las señales, la marca tricolor del GR más lo que debe ser un PR, que no conseguimos identificar. En un claro, tenemos una estupenda vista del Gorbea, que mantendremos y ampliaremos durante un rato.

Llegados al barrio de Zarandoa, antes de penetrar entre los caseríos, giramos a la derecha. Tras pasar una curva y una especie de cobertizo,  aparece la ermita de San Salvador. Es apenas una borda y no tiene siquiera cruz, pero se distingue por un curioso ventanuco que parece románico, que recuerda a San Lorenzo en Ozollo.

Ermita de San Salvador

Continuamos ahora por sendero de tierra y pronto aparece una bifurcación, donde seguimos por la derecha atravesando una puerta metálica (No nos pondrán pegas pero, como se trata de una finca privada, en su caso la podríamos rodear por la izquierda para continuar por donde indicamos luego).  El camino, algo más
Estampa rural
difuso, describe una ‘ese’ y sube. Las vistas son fantásticas, no sólo vemos los montes de Durango, sino parte del Gran Bilbao hasta el Serantes, los montes de Triano, Ganguren… Atravesamos la alambrada que cierra la parcela por su parte más alta, para acceder por una escalera a un prado, por donde seguimos en paralelo a la valla.

Vamos rodeando el alto de Goikomendi (o Goikolanda), mientras por la izquierda se divisa ya nuestro objetivo, hacia el que se dirige casi en línea recta un sendero, a ratos herboso, por el que continuamos. Es un tramo agradable que sigue casi siempre junto a otro vallado, tras pasar una puerta con paso lateral.

Hacia la cima
Ya en campo abierto, nos dirigimos hacia una casa y una carretera. Llegamos a la BIFURCACION, donde tomamos el camino de la izquierda, de asfalto en muy mal estado, acompañados de las marcas del GR, ahora únicas. El siguiente desvío ya resulta evidente, porque por la derecha asciende un sendero hacia lo que no puede ser otra cosa que la cima.

Y, en efecto, en unos metros alcanzamos la cumbre (GAZTELUMENDI, 323 m.), donde sólo hay una explanada, un pequeño buzón y el enorme monolito de piedra con una cruz, levantado por los franquistas para conmemorar a los caídos en la toma del Cinturón de Hierro. La base del feo monumento está pintarrajeada y destruida por dos de sus partes (parece que por un lado a causa de una bomba) y parece que se nos fuera a caer encima en cualquier momento. Es curioso ver algunas imágenes antiguas del mamotreto, entonces sobre una cima completamente pelada de arbolado.

La cumbre, poblada ahora por un tupido pinar, no tiene más vista que alguna parcial, entre la enramada, sobre Sollube, Jata y los pequeños valles de la zona de Gamiz-Fika y Morga hacia el NE. El estrecho valle de Atxispe, en la vertiente norte de nuestra sierra, no está a la vista, y nos separa de Urkullumendi y Aretxabalagana. Precisamente por esta zona abrieron los nacionales la brecha en el Cinturón, tras feroces combates en lo que finalmente prevalecieron la potencia de la aviación alemana y la importante posición que los atacantes ya mantenían en el vecino Bizkargi, lo que les otorgaba una importante ventaja estratégica. En los alrededores de la cima se encuentran restos de las viejas fortificaciones, y en las páginas que ponemos arriba se nos cuentan cosas muy interesantes sobre el conflicto bélico en estos parajes.

Para cerrar la ruta circular, vamos a bajar por un camino un poco diferente al del PR y la ruta histórica de los caseríos de Loroño. Tomamos el sendero que rodea la cumbre, y pronto encontramos otro que sale por la derecha, que es la continuación del que utilizamos para subir. Tras una bajadita desembocamos en la carretera.

VARIANTE: Lo que viene a continuación nos ahorra un ratillo de asfalto, pero hay que reconocer que puede resultar algo confuso. Así que si nos parece que nos puede complicar demasiado la jornada, no hay más que tomar la carretera hacia abajo (izquierda), para reunirnos con nuestra ruta como 1 km. más abajo.

Cruzando el arroyo
Seguimos por el asfalto (derecha) la misma dirección del cordal hacia Urresti, por donde también se podría hacer una bonita travesía hacia Laukariz. Una decena de metros antes de alcanzar un mojón de carretera, sale por la izquierda un camino herboso que tomamos para empezar a bajar. La zona es confusa, con varios caminos sin salida, por lo que en el track hemos puesto un waypoint (W192) que nos marca la ruta correcta. El descenso es potente y con mucha vegetación, pero el sendero es ancho y practicable. Seguimos bajando hasta encontrar un arroyuelo. Lo cruzamos –con alguna dificultad si trae mucho caudal- y volvemos a ganar algunos metros, hasta dar con un camino de cemento, que tomamos hacia la izquierda.

Con buenas vistas hacia el Este –bucólicos paisajes verdes- pasamos el barrio de Gaztelu, el núcleo más importante de la zona.

VARIANTE: Si nos internamos entre los caseríos, podemos tomar un nuevo sendero, alejado de los barrios, por el que primero bajamos y después volvemos a remontar, con sucesivos giros y atravesando un nuevo manantial, para salir finalmente a la carretera. Aunque como ya hemos hecho un tramo un tanto salvaje, igual es momento de tirar de asfalto y terminar el trayecto sin más complicaciones. A elegir.

Aquí giramos a la izquierda para tomar una carretera que ya no abandonaremos. Pasamos entre dos espléndidos caseríos, uno a cada lado del asfalto, después una curva (aquí desemboca la variante anterior), y un desvío hacia la zona de Alaio. Salimos así finalmente a la carretera general, junto a algunos grandes chalets con grandes fincas alrededor, y en unos minutos estamos de nuevo en Goikolexea, nuestro punto de inicio. 

2 comentarios:

  1. Hola, cómo puedo contactar contigo? Me gustaría enviarte un mensaje privado. Gracias.

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  2. Puedes enviarme un mail a ibilkat@gmail.com

    Un saludo.

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