martes, 3 de diciembre de 2013

Cotobasero

Karrantza es el municipio más extenso de Bizkaia y, con permiso de Lanestosa, el más occidental. Aunque su núcleo principal, Kontxa, se sitúa en el valle, por las laderas se desperdigan numerosos pequeños barrios, aproximandose a las diversas cordilleras que se levantan especialmente hacia el oeste y el sur.

Desde uno de estos barrios, Aldeacueva, y por entorno netamente ganadero alcanzamos Cotobasero, cima de altitud media cuya posición central nos ofrece una espléndida panorámica sobre el valle y las cadenas montañosas que dominan la comarca.


DISTANCIA: 8 kms 
DESNIVEL: 335 m. (490-824)   CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 6 (3-2-1)  Dificultad de tránsito
ITINERARIO: ida y vuelta  Inicio y final: Barrio de Aldeacueva (Karrantza)
ACCESOS: De Bilbao a Karranza autopista dirección Santander hasta salida Ampuero-Limpias. Se sigue N-629 en dirección Ramales y poco antes de llegar se toma a la izquierda la CA-150 en dirección Karranza, y después BI-4623. Pasado Molinar, en la gasolinera de Ambasaguas se gira a la derecha en dirección Lanestosa. Se cruce un puente y se gira a la izquierda en dirección Aldeacueva, hasta la iglesia. También autopista dirección Balmaseda hasta Sodupe. En Gueñes, BI-3602 hasta Traslaviña y después BI-630 hasta Ambasaguas (Karranza), hasta la gasolinera, donde se sigue el trayecto anterior.
            VIAS: Camino asfaltado, senderos de tierra y campo a través
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 38


Perfil (ida)

            Ocurre con frecuencia que para hacer una marcha sencilla se requiere meterse al cuerpo una buena ración de kilómetros por caminos más o menos laboriosos. Si hablamos de Karranza, no hace falta mejor ejemplo: vayamos por donde vayamos (desde Bilbao, se entiende), nadie nos quitará una horita de coche y, llegados al pueblo, o disponemos de un GPS en condiciones, o tendremos que tirar de paciencia y buenas dotes de intuición para no perdernos por la enorme maraña de caminos vecinales que se extiende por amplias zonas.

San Bartolomé de Aldeacueva
       Pero, bueno, se supone que queremos conocer sitios y disfrutar de la naturaleza, así que vámonos para allá.

Digamos que hemos llegado ya al pequeño núcleo de Aldeacueva, al que me referiré a la vuelta. Lo primero que vemos es la iglesia de San Bartolomé, un edificio de proporciones respetables que, según hemos leído, es una réplica nada menos que de la catedral de México, hay que ver. Junto a ella hay una agradable y recoleta área de picnic, y aquí mismo podemos dejar el coche, porque nuestro camino empieza justo en el desvío que tenemos por la derecha.

Abandonamos por tanto la carretera por donde hemos llegado, y tomamos el camino asfaltado en ligera subida hacia otro grupo de casas, probablemente llamado El Afal. Llegados a otro cruce junto a unos buzones (DESVIO-1) giramos de nuevo a la derecha para seguir ascendiendo. Entre grandes pastizales, empezamos a tener vistas interesantes, en especial por nuestra izquierda. La carreterilla pasa a ser una pista de grava y tras otra casa se bifurca, debiendo tomar el que sigue por la izquierda (DESVIO-2).

Poderío
Vamos subiendo con algunos tramos de mayor pendiente, siempre en terreno despejado, y la panorámica es cada vez más amplia. Más o menos hacia el SE, al picudo y fácilmente identificable Kolitza le siguen los más poderosos vecinos de la sierra de Ordunte: el misterioso Burgueño, Balgerri, Zalama... Del cresterío principal se desprenden dos más pequeños, el más occidental de los cuales es el formado por Peñalta y Saltipiña, y va perdiendo metros hasta enlazar con nuestro objetivo del día, que por cierto todavía no vemos.

Dejamos por la izquierda otro caserío con un desvío y continuamos por camino siempre flanqueado por alambradas. La sensación que uno tiene es muy similar a la que proporcionan algunas rutas por las zonas agrarias de Cantabria, con fincas valladas, verdes pastos y vacas aquí y allá. Bueno, y el estiloso toro de la foto, que nos miraba con un punto de chulería.

Según ganamos metros se nos van descubriendo hacia poniente nuevas cadenas montañosas, empezando por la Sía y los Tornos. Pasamos otra casa de labranza más y el camino describe una amplia curva y se vuelve terroso y muy desigual, con aspecto antiguo. Hasta ahora hemos venido rodeando una especie de
Llegando a La Cabezuela
antecima llamada La Cabezuela, y desde esta vertiente podemos ver ya nuestra cima, una pelada loma bastante cercana.

Nos aproximamos a una especie de establo grande, el último edificio del recorrido, y a buen seguro nos encontraremos con una muy amplia zona encharcada. Este es el primer motivo de la ‘dificultad de tránsito’ que ponemos arriba. Son numerosas las escorrentías que por estos lares descienden hacia los valles, no digamos si ha habido lluvias recientes, pero esto ya sobrepasa lo habitual: al menos cuando el que escribe anduvo por allí, la balsa de agua ocupaba por completo el camino y buena parte de los prados colindantes. Hubiera hecho falta un estudio topográfico o un vehículo anfibio para vadear el charco y, a falta de tales, hubo que echar mano de cierta creatividad y buenas dosis de suerte para no terminar más que con una pierna hundida hasta media caña. Así que ánimo.

Camino junto al pinar
Pasada esta casa todo es más fácil. La pendiente prácticamente desaparece y el camino, que gira hacia la izquierda, pasa a ser una vereda herbosa junto a un par de plantaciones de pino –único arbolado de todo el trayecto. También por aquí corren algunos regatos, así que el sendero se puede encontrar encharcado de trecho en trecho, aunque nada que ver con lo anterior.

Falta el acceso a la última pala. Venimos bordeando un vallado, y el camino continúa recto en suave descenso, pero en cuanto termina la alambrada hay que hacer un giro brusco a la derecha (DESVIO-3) para continuar casi en dirección contraria a la anterior. De inmediato nos encontramos con otro cierre que hay que traspasar, y seguimos con rumbo norte.

A nuestra izquierda tenemos ya la última lomada del Cotobasero, donde debe haber también un túmulo prehistórico de los varios que jalonan el pequeño macizo de Mesada, pero tenemos que confesar que no lo hemos llegado a ver.

Desvío hasta la cima
Tendremos que ir un poco atentos para encontrar un punto de paso para atravesar la nueva alambrada que llevamos a la izquierda. Nueva ‘dificultad de tránsito’. Primero veremos un paso tipo escalera, aunque rodeado de una masa de argomas de tales dimensiones que lo hace completamente inútil. Y unos metros después, un poste con una señal que indica hacia la cima y una especie de portezuela desvencijada; pero quizá sea más difícil abrirla y volverla a cerrar que buscar otro acceso o intentar una trepada heroica, con cuidado por la cosa de los espinos. Y al final hablaremos del tema de las puertas.

Suponiendo que, en la forma que sea, hemos traspasado la valla, no hay más que acometer la última pala, corta aunque con un buen desnivel, que nos sitúa en la cima (COTOBASERO, 824 m.). Tenemos vértice geodésico, pero no buzón, al menos hace unos meses no estaba. Quizá lo habían retirado para restaurarlo pero, tratandose de un monte puntuable para el Concurso de centenarios, daba pena ver cómo alguien había dejado la tarjetita bajo una modesta piedra.

Llegando, con vistas al Oeste

Peña Ranero y valle de Karranza





Montes de Ordunte








Las vistas son excelentes, divisandose en todo su esplendor lo que hemos venido viendo durante el trayecto, tanto hacia el sur (Ordunte) como al oeste (Cantabria). Hacia el norte vemos nítidamente Peña Ranero a un lado y la Peña del Moro al otro, abriendose entre ambos la profunda garganta por donde discurre el río Karranza. Distinguimos la ovalada balsa de La Cerroja y girando al Este, el hermoso valle de Karranza, a cuya espalda se suceden las múltiples cimas de las Encartaciones.

Por el mismo camino de subida, tras volver a atravesar vallas y ciénagas, regresamos en apacible paseo hasta Aldeacueva. Es el momento de dirigirnos a los caseríos de este barrio para, en unos pocos metros, encontrar la notable caverna que da nombre al barrio, y que merece sin duda la visita.


Puertas al campo

Tipo escalera
En alguna ocasión nos hemos referido a la proliferación de cierres y vallados, en especial en zonas donde abundan explotaciones ganaderas. Esto es muy frecuente en Cantabria y también en zonas de Bizkaia, como ésta de Karrantza por donde hoy nos movemos. También diremos que es normal: es el sustento de los vecinos de estas tierras, y tampoco es cosa de que se les desperdiguen los animales, o se los roben.

Langa
Pero claro, a veces los propietarios se quejan de que los senderistas o montañeros les tiran abajo los postes, o dejan los pasos sin cerrar. Por otra parte, todos hemos visto puertas por completo impracticables, de las que en esta excursión tenemos varios ejemplos notables. Y, ante la dificultad de abrirlas, nada más lógico que la tentación de dejarlas sin cerrar.

Paso lateral
Por lo tanto, comprendiendo la necesidad de que las fincas estén cerradas, e igualmente el derecho de los excursionistas a atravesarlas pacíficamente ¿no sería mejor para todos hacer las cosas con algo de sensatez? Es decir, los aldeanos, mantener los pasos en condiciones, y los paseantes, poner cuidado en dejarlos bien cerrados. La mayoría de la gente hace ambas cosas
Puerta clásica
correctamente, pero siempre hay también quien se empeña en poner dificultades a todo el mundo que no sea él mismo.

Además, hay montones de tipos de pasos, con muy poco o ningún coste, que se ajustan a las características de los distintos lugares, cumplen su función y no molestan a nadie, así que tampoco hay que comerse mucho la cabeza. Y , como se ve, hemos dejado aquí un pequeño muestrario. Que aproveche, que es gratis. 

4 comentarios:

  1. uyyyyyy!!!! que bien me viene esta info para saber que el buzón todavía no está, asi que lo seguiré dejando para más adelante. Muy bonito todo aquello.

    La verdad es q es fácil perderse antes de poder llegar al punto inicial, es laberíntico todo aquello, pero toda esa molestia desaparece con las vistas.

    Un saludo

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  2. Bueno, aquí hablo de hace unos meses, en todo caso antes del verano. Creo recordar que fue cuando tú andabas por Saltipiña y por ahí, no sé si lo habrán colocado después.

    Es una zona chula, pero cuesta lo suyo llegar.

    Saludetes, Pedro.

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  3. Nosotros hicimos Peñalta y Zalama desde Campo Calero, pero para legar también, madre mía.Yo quiero ir una mañana, pero si no hay buzón.... es q hago fotos a todos los que me encuentro y encima siendo centenario... le dejaré para más adelante.

    un saludo

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  4. He visto por ahí que hace dos o tres años tampoco estaba el buzón, es algo raro, como si nunca hubiese existido. A lo mejor en el club saben cómo enterarse.

    Menudo misterio, jeje.

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