martes, 5 de noviembre de 2013

Ermua

Clásico entre los clásicos, el itinerario costero que corona el pequeño monte Ermua es un viejo conocido de las excursiones estudiantiles y de los aficionados al senderismo semiurbano, en especial veraneantes de Plentzia y Gorliz.

Aunque en esta ocasión iniciamos la travesía en Armintza, no nos perdemos ninguno de los atractivos de estas rutas litorales: suaves elevaciones de aire montañero, espléndidas panorámicas costeras, acantilados de vértigo, fortificaciones de distintas épocas, bosquetes y praderíos… todo un repertorio para disfrutar mientras recibimos las saludables brisas cargadas de yodo y sal.


DISTANCIA: 8,3 kms 
DESNIVEL: 290 m. (0-289)  CENTENARIO
DIFICULTAD: Baja 5 (2-3-0) 
ITINERARIO: lineal   Inicio: Puerto de Armintza  Final: Playa de Gorliz
            VIAS: Camino asfaltado, senderos de tierra
ACCESOS: Ida:  Metro parada Areeta y Bizkaibus A-3451 hasta Armintza (final). En coche, autopista dirección Mungia. Se toma después la BI-2120 dirección Plentzia hasta Andraka y aquí BI-2153 dirección Lemoiz/Armintza. También por Getxo y Plentzia, siguiendo después hacia Gorliz y Andraka
     Vuelta: Bizkaibus A-3499 o a pie (unos 3 kms.) hasta Metro Bilbao estación Plentzia
ENLACES CON Plentzia-Gorliz  
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapa 3






Una vista del puerto de Armintza
            Armintza es uno de nuestros rincones favoritos de la costa de Bizkaia. El encantador puerto pesquero, perteneciente al municipio de Lemoiz, acoge a las pequeñas embarcaciones protegiendolas a duras penas del oleaje cantábrico, que no pocas veces consigue levantarse por encima del dique. El tema de las rabas, célebres en todo el hemisferio, habrá que dejarlo para otro día, porque hoy iniciamos aquí el camino, y no es cuestión de arrancar con la caldera muy cargada.

Aunque también podríamos comenzar la ruta en las afueras, desde la misma bajada hacia el puerto el acceso no ofrece dificultad. Tomando la calle que sale por la izquierda, vamos ganando metros entre las casas, a veces esquivando algunos cierres de fincas y, queramos o no, acabaremos dando con un camino asfaltado que sube hacia el hotel Arresi, situado en una soleada ladera. Continuamos todavía ascendiendo por al asfalto hasta pasar un caserío en una curva, donde nos ladrarán unos cuantos perros –aunque, que sepamos, no suelen andar sueltos.

Camino bajo los eucaliptos
A partir de aquí el camino pronto pasa a ser de tierra y pasamos junto a otra casa, para cruzar después una valla metálica. Transitando ya bajo amplios bosques de eucaliptos, dejamos por la izquierda un camino que también se dirige al Ermua, aunque por una ruta más interior. Ignoramos después otros dos desvíos por la izquierda, y el camino gira de nuevo hacia Armintza, donde entre los árboles se entreve parte del puerto.

Vamos después recorriendo una ladera que bordea el curso del arroyo Urtzuriaga en dirección Oeste, con nuestro objetivo al fondo, hasta que cruzamos el cauce y cambiamos otra vez de dirección. Enseguida nos encontramos en un CRUCE junto a una casa solitaria, con algunas vistas hacia levante, por donde se distingue con claridad cabo Matxitxako. Aquí cogemos el camino de la derecha, descarnado y pedregoso, siguiendo un tramo recto y algo más empinado.

Llegando a Etxandarri
En unos minutos el abundante arbolado se va abriendo y se ve que nos aproximamos al borde de los acantilados. Efectivamente, nos encontramos en una especie de mirador junto al imponente peñón de Etxandarri, que se yergue desafiante ante el mar abierto.  

VARIANTE: Aunque no lo hemos comprobado, nos dicen que es posible acceder desde el camino a lo alto de este promontorio, lo que deberá hacerse con las lógicas precauciones en lugar tan fuertemente batido por los vientos.

Vistas al Este: Jata y Matxitxako
Nos volvemos hacia el interior, en lo que claramente es la aproximación a la cumbre, bordeando las laderas hasta encontrar el acceso. Esta parte es prácticamente llana y el suelo es de tierra arenosa y muy compacta. Finalmente, encontramos el cruce bueno con la pista que viene por la izquierda, que es la ruta interior que desechamos al principio. Aquí cogemos a la derecha un senderito que asciende entre arbolado propio de estas zonas marítimas y, en pocos metros, tenemos a la vista el vértice geodésico (MOJON), situado sobre una especie de
Mojón
refugio de piedra. Su utilidad se entiende bien en días de meteorología complicada, cuando sufrimos rachas de viento y repentinos aguaceros en estos inhóspitos parajes.

En aproximadamente una hora habremos alcanzado el mojón, pero nos faltan los buzones. Empezamos a bajar suavemente, y hay que estar un poco atentos para encontrar un senderito que sale por la derecha: en unos pocos metros nos
Buzones
conduce a un pequeño escarpe y mirador (ERMUA, 289 metros) donde se localizan dos buzones y una reproducción del faro de Gorliz (o Billano), justo por delante del auténtico, que también tenemos a la vista.

En realidad, estamos algunos metros por debajo del mojón, que sería así la auténtica cumbre; pero en todo caso, las vistas son mucho mejores desde aquí, con una hermosa perspectiva de la costa occidental de Bizkaia y una buena porción de la cántabra.

Isla Billano
De nuevo en el sendero, atravesamos una pequeña mancha del encinar que seguramente en épocas más o menos remotas debió dominar gran parte del litoral y, por la derecha, entre el pequeño arbolado que nos separa de los acantilados, disfrutamos de una excelente vista de la isla de Billano, que seguiremos teniendo a tiro de cámara todavía un buen rato (buenas fotos en  flickr)
.
Vamos poco a poco perdiendo altura y salimos a terreno más abierto, pasando una puerta, a unos amplios prados con un vallado. Estamos en el barrio de FANO, en realidad un par de caseríos
Plentzia y Barrika, desde Fano
(Fagoatze y Fagoaurre) junto a los que hay (a nuestras 2) una especie de colladito que enlaza con Legorarri, la pequeña elevación bajo la cual se encuentra el faro.

Ascendemos esta loma, pasando otra puerta y dejando por la izquierda un murete de piedra, para empezar a bajar. El sendero hacia el faro es muy estrecho y pedregoso, un descenso que conviene hacer con calma, durante el que disfrutamos de nuevas perspectivas sobre la isla de Billano, la cumbre ya visitada y la también conocida atalaya de Etxandarri. Poco más abajo, emerge tras el monte la blanca silueta del faro.

 
Acantilados



Aparece el faro





Ya casi finalizado el descenso, una sendita por la derecha nos permite echar un vistazo a uno de los bunkers que forman la fortificación de costa que se extiende por distintos puntos del cabo.

Llegamos así al FARO, una blanca y esbelta construcción de 20 metros de altura que data de 1.990. Merece la pena dedicar unos minutos a merodear por sus alrededores: tenemos muy cerca el abrupto islote que nos ha venido acompañando, y podemos ir identificando los sucesivos accidentes costeros desde el puerto de Santurtzi hasta el lejano cabo de Ajo, muy próximo a Santander. También podemos explorar los túneles y baterías que se extienden por la parte baja, y contemplar a los pescadores que se ubican en las rocas de la punta misma.

Camino hacia Astondo
Tomamos ahora la carretera asfaltada en descenso, pasando un puente que observaremos mejor desde la distancia, un poco más adelante. Estamos ahora en la ruta inversa a la descrita en la entrada Gorliz-Cabo Billano, y en pocos minutos nos iremos tierra adentro, aunque no por mucho tiempo.

Desvío
  Enseguida encontramos un DESVIO señalizado por la derecha, por donde abandonamos la carretera. Siguiendo las direcciones a Astondo y Azkorriaga, continuamos por un camino de tierra –quizá con algunos tramos algo embarrados- que discurre entre dos vallados.

VARIANTE: Si queremos simplificar la ruta, y acortarla en unos 500 metros, en vez de tomar el desvío, no hay más que seguir por el asfalto, según lo indicado en el link anterior, para salir directamente a Astondo, junto a la parada del autobús.

Vamos ahora retornando hacia la fachada marítima, ascendiendo suavemente al alto de Kukulu (Larragan según otras fuentes). Siempre con la alambrada de la Granja Foral a nuestra izquierda, avanzamos a campo abierto con la inmensidad del Océano bajo nuestros pies. Pronto superamos la redondeada tachuela y empezamos a bajar de nuevo. De frente contemplamos Barrika y la punta de Gaztelu, y por la derecha el afilado cabo en que se sitúa el fortín de Azkorriaga, que también podemos acercarnos a curiosear. 

Esta parte de la excursión, que se refleja parcialmente en este videonos proporcionará sensaciones completamente diferentes según el momento: nos hará estremecer en días de temporal, sufriremos cuando apriete el sol y no acompañe la brisa, y será una experiencia deliciosa a última hora de la tarde… siempre que no sea en verano, que entonces está demasiado concurrido.

Camino hacia Astondo
La bajada es moderadamente fuerte hasta el desvío hacia Azkorriaga, y después volvemos a recuperar metros, esta vez por un sendero que avanza bastante cerca del acantilado, donde hay que andar con algún cuidado cuando arrecia el viento. Aunque, como en toda esta parte de la costa, hay senderillos que bordean los cortados, es mejor no perder el camino principal. Tenemos ahora al lado la espectacular cala de Askibilla, mientras ascendemos el montículo denominado Antikera o Antekera.

Encima de la bahía
Casi de inmediato volvemos a encontrarnos protegidos por arbolado, nuevos reductos de encinar, por donde seguimos un tramo casi recto. Por sendero más bien arenoso, pero netamente montañero, perdemos unos metros hasta alcanzar unas escaleras por las que accedemos finalmente al paseo marítimo de Gorliz, donde damos por finalizada la travesía.

Estamos en Astondo, en el extremo norte de la maravillosa bahía, con el monumento al Dr. Areilza por la derecha, y las dunas fósiles por la izquierda, junto a las que se sitúa la parada del Bizkaibus que indicamos en ‘Accesos’. Y, aunque nada nos impide volvernos para casa sin más, tampoco se podrá podrá negar que, si el tiempo acompaña, un bañito en esta fantástica playa sería la coronación perfecta para nuestro paseo del día.

Y no hablemos ya de potes o cosas por el estilo, que esto requeriría un post enterito. Igual un día lo hacemos.


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