miércoles, 30 de enero de 2013

Mello

La cima de Mello –también conocida como Rasa de Mello- se sitúa en la divisoria entre Bizkaia y Cantabria, al igual que la mayor parte del cordal al que pertenece. Esta elevación, situada encima del valle del Barbadun y Muskiz, parece formar parte de los montes de Saldamando, macizo en el que destaca la cercana cumbre de Alen.

De las múltiples rutas de acceso optamos por la más sencilla y breve, desde el alto de Ilso o Las Muñecas, desde donde el recorrido es un cómodo paseo para todos los públicos.

DISTANCIA: 6,6 kms 
DESNIVEL: 225 m. (410-633)   CENTENARIO
DIFICULTAD: Muy Baja 4 (2-2-0)
ITINERARIO: ida y vuelta  Inicio y final: Alto de Ilso-Las Muñecas (Sopuerta)
VIAS: Pista de cemento y de tierra 
ACCESOS: Desde Bilbao a Muskiz por la A8 dirección Santander salida Muskiz. Se toma la BI-3794, y en Muskiz, primero la N-634 en dirección Bilbao y poco después (derecha), la BI-4701 en dirección Galdames-Balmaseda. Pasado Mercadillo-Arenao, BI-3703 hacia Las Muñecas (derecha), girando a la derecha en el cruce de Sopuerta-Baluga, en dirección Castro-Urdiales, por la BI-3601, hasta subir al alto de Las Muñecas. Hasta Sopuerta, Bizkaibus A3337 (desde Bilbao) y A3334 (desde Santurtzi)
TRACK: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3917725 
Más información:
http://www.pirineos3000.com
            Guía cartográfica de Bizkaia mapa 22




Por al apacible y hermoso barrio de Baluga (Sopuerta) ascendemos por la sinuosa carretera en dirección a Castro, hasta alcanzar la muga con Cantabria en el alto de Las Muñecas o de Ilso, a 410 m. de altitud. No hacen falta muchas matemáticas para saber que vamos a tener que remontar únicamente algo más de 200 metros para alcanzar la cumbre. O sea, un paseíto.

Avisamos de entrada que, gracias a nuestro hábil manejo de archivos y tarjetas de memoria, esta vez (como es costumbre cada cierto tiempo) nos cargamos prácticamente todas las fotos de la excursión, con lo que tiraremos de donde se pueda para ilustrar el relato. En la página de Pirineos3000 indicada arriba hay buenas fotos descriptivas, sobre todo de la última parte del recorrido.

Alto de Ilso-Las Muñecas
En el mismo puerto tenemos una explanada donde podemos aparcar, compartiendo espacio con pilones de troncos procedentes de las numerosas explotaciones madereras de la zona. Casi en sentido contrario al de nuestra llegada (Este, o sea, por la izquierda según miramos al asfalto), surge una amplia pista de cemento, que será por donde iniciemos la marcha.

Empezamos a subir muy suavemente rodeados de arbolado, donde pronto se advierte que por la derecha predomina algo que en nuestra incultura forestal podríamos llamar bosque mixto (robles, avellanos), y por la izquierda el pino. El trayecto es agradable y muy fácil, aunque sin apenas vistas. Sólo de vez en cuando distinguimos abajo algunas zonas de Sopuerta, y a lo lejos, hacia el oeste, algunas elevaciones de la parte cántabra del macizo y, más al sur, los montes de Triano.

Vistas al oeste
Vamos pasando varias curvas hasta encontrar por la izquierda una zona pelada donde emerge una gran torre eléctrica, y finaliza el tramo de cemento. Continuamos ahora por pista de tierra, aunque con las mismas características de antes: desnivel muy suave, sucesivas curvas y arbolado a ambos lados. Por la derecha cae una ladera en fuerte pendiente, con abundante sotobosque formado principalmente por helechos.

Se siente la soledad y nos acompaña el trino de pájaros; pero tampoco será raro toparnos con motos o quads que romperán el silencio y la paz del lugar. Uno entiende lo divertido de desplazarse a toda leche con estos vehículos por caminos de monte; pero quizá alguna vez alguien debería plantearse en serio limitar su tránsito, porque ya es casi imposible encontrar un sitio donde los senderistas podamos caminar sin tener que sufrir su estruendo, polvo y, en ocasiones, el peligro de su proximidad.

Más adelante, el arbolado cambia por la derecha. Vemos un primer ejemplar de una conífera y unos metros después un precioso bosquecillo que constituye el paraje más interesante de la ruta. Bajo un tupido arbolado que apenas deja pasar la luz, el suelo es una alfombra cubierta de hojillas marrones, que invita a explorar y disfrutar del punto misterioso del lugar.

Tras una curva más pronunciada, dejamos atrás el bosque anterior, y el paisaje se abre un tanto por nuestra derecha, pudiendo observarse a lo lejos otra torreta a donde llegan los cables de un tendido eléctrico atravesando una vaguada. Lo de las instalaciones eléctricas parece que es un tema caliente por esta zona. Por aquí se preveía el paso de una nueva línea de alta tensión, que también afectaba a parte de los montes de Triano; no sabemos si todas o algunas de estas torres pertenecen al proyecto, pero el hecho es que nos iremos encontrando unas cuantas –algunas de tamaño descomunal- a lo largo del itinerario.

Precisamente en la curva siguiente tenemos por la izquierda otro de estos monstruos, que conecta con la torre vista antes, siguiendo un espectacular cortafuegos. Avanzamos siempre muy próximos al cordal –ahora ladeando el Tojo- y por tanto siguiendo más o menos la divisoria de las dos comunidades.

En adelante, se empezarán a multiplicar los caminos que surgen a derecha e izquierda, algunos correspondientes a las instalaciones citadas, y otros seguramente a explotaciones forestales, porque aquí el pino ya es el rey absoluto. Pero basta con seguir siempre la pista principal sin desviarse, y no hay pérdida. Ni tan siquiera hace falta guiarse por las marcas de GR medio borradas que vamos observando.

Señales en el cruce
No muchos metros después de la torre anterior encontramos otra más, justo al lado del camino, que de tan cerca impresiona por su envergadura (una de tantas fotos perdidas). Ahora salimos a terreno más despejado, muy cerca de la torre que antes observamos de lejos, aunque ahora no la vemos. Estamos en un cruce múltiple con una cruz de SEÑALES indicando Las Muñecas, Muskiz y Mello (10’), con lo que tampoco hay lugar a error.

Seguimos nuestro rumbo y casi de inmediato dejamos un camino que sale por la izquierda; enseguida estamos ante una TRIFURCACIÓN. Los tres caminos nos conducen a la cima en pocos minutos pero, para no perder la costumbre, tomaremos el que va más directo, que es el central. En realidad, es una senda apenas trazada, una especie de camino medio desbrozado quizá para uso de los madereros. La ascensión entre helechos es bastante fuerte –sobre todo, comparando con lo plácido del resto del camino- y a veces la trazada medio desaparece, pero tampoco ofrece mayor dificultad.

Tras el repecho más duro, tenemos a la vista otra pista de tierra que tomamos hacia la izquierda, volviendo a llanear. Por la izquierda vemos el camino que dejamos antes y que ahora debe afrontar una buena pala para coger nuestra altura. De frente se atisba el claro donde distinguimos ya el mojón. (Vale, lo de los caminos parece un lío, pero es muy sencillo y si, en caso de duda, buscamos siempre la opción que más sube, es imposible perderse. Además, en el mapa, que para eso lo ponemos, se ve bastante bien)

Mojón y figura del castillo de Muñatones
Llegamos así a la cima (MELLO, 633 m.), en el límite oriental de Bizkaia, con vértice geodésico pintarrajeado, un pequeño buzón y otra cosa insólita que luego describiré. Estamos en efecto en una zona abierta, lo que por lo visto le da el nombre de Rasa de Mello, con un viejo pinar tras el que se observa una especie de charca y otra torre, que debe ser la que se ve coronando el monte desde gran distancia –tanto desde Cantabria como desde Bizkaia.

Aunque el arbolado circundante tapa parte de las vistas, hacia el Este se puede observar Punta Lucero, el Serantes y el Abra, con Petronor más hacia el Sur. Por la parte occidental las vistas se extienden hacia el interior de Cantabria, donde en días claros se aprecia una multitud de picos sucesivos.

Pinar junto a la cima



Detalle del castillo con araña










Vista sobre Punta Lucero

La rareza a que nos referíamos antes no es otra que un bonito castillo de Muñatones sobre un pedestal; nada especial, si no fuera porque tiene una especie de puerta custodiada por una enorme araña, tras la que se oculta una figura de la Virgen. La miniatura del castillo es bonita, pero lo de la araña produce un cierto mal rollo. También parece ser que ha existido alguna polémica por el buzón (que tiene un lauburu y una ikurriña) con algún alcalde o algo así. Cosas que pasan en las zonas fronterizas, sobre todo cuando la gente no tiene demasiadas cosas que hacer o en que pensar.

Para la ruta de vuelta tomaremos el camino más fácil, siguiendo hacia la derecha en ligera bajada la pista que está entre el pinar y la cima, con lo que daremos un pequeño rodeo para volver a la trifurcación anterior, y de ahí seguir sin más el camino por el que hemos ascendido.

Y, ya de regreso, no olvidemos dedicar un ratillo a visitar Sopuerta, localidad sumamente agradable que cuenta con zonas verdes, juegos infantiles y una acogedora plaza. Ah, y varios bares.

viernes, 25 de enero de 2013

Ánimo, mendizales!



Bueno, creo que no hacen falta más comentarios. Con montañeras como ésta, no es extraño que haya tantísima peña que sube al Gorbea. Leches, con los pioneros.

Woorank nos monitoriza

Por casualidad nos hemos encontrado con que hay una paginica misteriosa que nos analiza el blog desde parámetros técnicos que ni hubiésemos soñado que existiesen. No es una cosa secreta como si fuera el informe al Consejo de Administración, lo puede ver cualquiera en esta dirección.


Primero nos anima un poco con 21 puntos (o lo que sea) donde dice ‘Excelente’, frente a 5 ‘a mejorar’ y ’13 ‘a corregir’. No sabemos cuáles son, pero sumando da 21 a favor y 18 en contra, o sea, progresa adecuadamente. No está mal, mejor que el Athletic, la verdad.

Pero no ocultemos la realidad. A renglón seguido pone una nota de 49,6 ¡sobre 100!, o sea que, haciendo un poco la pelota, como mucho llegaríamos al aprobado. Chungo.

Luego recomienda que introduzcamos ¡más contenido! No más interesante, más fotos o enlaces, yo qué se, sino simplemente más cantidad. Pero oiga, que de momento tenemos un trabajo (creo que para poco tiempo, pero eso es otro tema), cosas que hacer, bastante es dejarse las pestañas en el ordenador por las noches en vez de ver una peli. ¿Más contenido? ¿Pero ustedes saben lo que nos cuesta hacer un mapa rancio de esos que ponemos? Anda.

También dice cosas que no entendemos, como eso de mejorar la ‘meta-descripción’, la madre del cordero. Pero algunas valoraciones son ilusionantes. Por ejemplo, y textualmente, dice: ¡Genial! Su página está super-optimizada para visitas desde dispositivos móviles. Pues ¿qué se creían? Aquí estamos a la última, nuestro departamento de I+D+i echa humo las 24 horas.

Es interesante el test que hace sobre nuestros contenidos (escasos, no lo olvidemos). Llega a la conclusión de que el título del blog (o sea, ibilkat) tiene 7 caracteres, ni uno más ni uno menos. Y las palabras clave no son ‘ruta’, ‘monte’, ‘sendero’ o ‘paisaje’ como cabría esperar, sino ‘que’, ‘por’, ‘con’, ‘una’ y ‘del’, en ese orden. Todo un descubrimiento.

Pero lo más gratificante es que nos pone un 85% en ‘Seguridad infantil’ (será que todavía no han visto la imagen que ponemos hoy aquí arriba) y un 89% en ‘Confianza’, así, en general. Mola.

Vamos, que siempre está bien tener una especie de tutor que nos diga qué hacemos bien y en qué tenemos que mejorar, aunque también diga cosas tan extrañas como que no utilizamos tablas anidadas, o que no nos beneficiamos de gzip. En fin.

En una mañana

Y pasemos ya a cosas más sensatas.

Los más avezados lectores se habrán dado cuenta de que hemos cambiado una pizca el subtítulo, y le hemos puesto ‘Paseos y rutas para hacer en una mañana’. Parece que resulta más descriptivo del contenido (escaso, recordemos otra vez), y se deja claro que no pretendemos ir de montañeros ni cosa parecida. Es justamente eso: unos más cómodos que otros, pero siempre planes para hacer en una mañana.

Además eso de Bizkaia ‘y alrededores’ iba con algo de coña, pero no todo el mundo tiene el mismo sentido del humor, y en Cantabria seguro que alguno se ha mosqueado.

También estamos preparando algunas cosillas nuevas, una especie de recreación de un Camino de Santiago realizado hace 25 años, y quizá introducir algún dato sobre BTT, ya veremos. Pero para las dos cosas vamos a necesitar la colaboración de ciertos personajes, con lo cual la cosa puede ir para largo, que hablar es fácil, pero a la hora de ponerse…

Capítulo agradecimientos: es muy agradable ver que la gente deja comentarios en las entradas. Ha costado, pero se ve que la peña se va animando. Gracias. Y lo mismo para quienes han llevado contenidos del blog a los mundos ignotos de Facebook y a una página de unos chavales de Abadiño, que no sabemos bien lo que es (la página, digo), pero que está muy bien.

miércoles, 16 de enero de 2013

Uzkorta

El barranco de Uzkorta separa las laderas de Pagasarri y Arnotegi, en tanto recoge el caudal de numerosos regatos que descienden de los altos. Se va alimentando así el arroyo Bolintxu, que aguas abajo conforma uno de los conjuntos de mayor riqueza ecológica de las cercanías de Bilbao. La pequeña garganta se encuentra salpicada también por varios modestos cerros de gran belleza, el más conocido de los cuales alberga la popular ermita de San Roque.

La ruta que proponemos recorre la mayor parte de estos parajes, tan cercanos como solitarios y poco conocidos, que permiten un entretenido paseo por algunas de las zonas más recónditas de la bilbaina cordillera.
   
DISTANCIA: 7,3 kms 
DESNIVEL: 290 m. (150-440)  
DIFICULTAD: Baja 6 (2-2-2) Dificultad de tránsito / Desnivel acumulado
ITINERARIO: circular  Inicio y final: Igertu
VIAS: Carretera, senderos, pista de tierra, campo a través, lapiaz  
ACCESOS: En coche, bien desde San Adrián-Larraskitu, bien desde Rekalde, hay que tomar Larraskitubidea hacia arriba, y después Pagasarribidea pasando por el bar Athletic, hasta llegar al parking de Igertu. (Haciendo a pie este último tramo, se puede llegar a San Adrián o Rekalde en las múltiples líneas de Bilbobus)
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3861222 
ENLACES CON  Artxondo, Bolintxu, Arnotegi, Elordi
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 23-32





Para no perder la costumbre cuando nos movemos por la zona, fijamos el punto de partida en el collado de Igertu, a donde podremos llegar en coche (un pequeño parking ha sustituido a uno de los antiguos caseríos) o a pie desde el transporte público, en unos 2 kms. por la vía más habitual de acceso al Pagasarri.

Carretera hacia San Roque
Dejando el aparcamiento a la izquierda, tomamos el camino del Paga por la vía asfaltada en ligera subida. Tras dejar por la derecha una pequeña cantera abandonada, llegamos a un cruce, donde ignoramos la pista que sube por la derecha y seguimos de frente en la dirección a San Roque que marca un cartel de tráfico.

VARIANTE: Hay que empezar con una advertencia. La primera parte del camino incluye un tramo algo complicado campo a través, que a lo mejor no se ajusta a la idea de paseo que uno tiene. Así que, dado que no conocemos una ruta alternativa, si no estamos por la labor del zarzing, después de visitar Uzkortako Atxa hay que deshacer todo el camino hasta el primer cruce, para tomar la subida normal al Paga y después la pista de Artabe hasta donde se indica más adelante. Si tampoco queremos hacer esta marcha atrás, la única opción es saltarnos esta primera parte y seguir por la barrera arriba, según lo señalado.

Ermita de San Roque
A veces llaneando o en suave descenso, seguimos todavía por el asfalto, rodeados de arbolado y ya ajenos al bullicio de los caminos más habituales. En una curva cruzamos sobre el arroyo Igertu, cuyo curso desciende desde la popular fuente de Zapaburu, y en unos metros más estamos ante la ermita de SAN ROQUE que, en mi opinión personal, luce mucho más desde la distancia que in situ.

El edificio, emblemático en toda la zona del Pagasarri, se levantó durante una epidemia de cólera que asoló el botxo; pero esto nos lo cuenta mucho mejor la siempre interesante página de pagasarri.com. También hemos leído que en el retablo que hay en el interior hay una imagen de la última cena, donde en vez del cordero pascual aparece como condumio ¡un cochinillo!. Y es que los bilbainos, tratandose de jamada, no nos paramos en muchos detalles…

Con la ermita por la izquierda, nos internamos entre dos caseríos para acceder a un camino, primero algo herboso y luego más estrecho, por el que abandonamos definitivamente la civilización. Enseguida nos encontramos una puerta habilitada en un tronco, que dejamos convenientemente cerrada, y en unos metros pasamos una curva por donde discurre otro regato, creando un bonito recodo.

Ahora avanzamos en dirección noreste, con algunas vistas sobre Malmasín, Upo y Ganguren, con los montes de Durango al fondo, en entorno cada vez más abierto. Muy pronto el camino se desdobla, con un pasillo herboso junto a un prado por la derecha, y un sendero bajo árboles pequeños y algunas zarzas por la izquierda. Cualquier de los dos nos sirve, porque vuelven a unirse unos metros más adelante.

Gangoiti desde Uzkortako Atxa
Rápidamente divisamos ya por la izquierda el espolón rocoso de Uzkortako Atxa y una clara senda que se dirige hacia él. La seguimos, girando a la izquierda (DESVIO CIMA-1), y alcanzamos así la base del roquedo sin ninguna dificultad. Estamos ante una pared de tres o cuatro metros de altura, que podemos superar en una muy sencilla trepada, alcanzando la cima tras pasar una franja de hierba con alguna oquedad (UZKORTAKO ATXA, 322 m., Uskorta con ‘s’ en Mendikat). Aunque el cortado que cae hacia el barranco es muy vertical, la cumbre no tiene peligro, aunque como siempre subrayamos la necesidad de andarse con cuidado en este tipo de lugares, sobre todo con lluvia o niebla.

Observamos de frente Arnotegi, mientras en dirección NW-SE se aprecia con toda claridad la alineación calcárea que nuestro cerro forma con los vecinos Erdikoatxa y Antsola por un lado, y con Gangoiti por el otro, y que se prolonga después por las canteras del Peñaskal, y aflora incluso en las cercanías de Arraiz. El punto de erudición geológica lo hemos tomado del libro 'El karst del Pagasarri', ya comentado en el blog. También hemos visto que hay quien denomina a esta curiosa formación como ‘las jorobas del dragón’ o algo así; pero el efecto lo apreciaremos mucho mejor desde las proximidades de Igertu, al final de la ruta.

Bajamos de nuevo al senderito hasta el punto donde antes nos hemos desviado, y seguimos en dirección Oeste (izquierda), con apenas traza de sendero sobre un pastizal, y arbolado por la izquierda. De frente, subiendo la ladera, tenemos (aunque no la veamos) la pista de Artabe que tenemos que alcanzar. Y ahora aparecen los problemillas.

Desde la cima: sendero y el Paga
Se supone que el bosquete que vemos lo atravesaba un pequeño sendero, trazado que veremos con claridad si utilizamos el Topohispania; pero dicen los entendidos que estos parajes dejaron de ser frecuentados hace mucho, por lo que –salvo error u omisión- podemos afirmar que el tal senderito simplemente no existe. Así que hay que ponerse los galones de explorador para, con la peña a nuestra espalda, remontar la ladera que tenemos enfrente, para acceder a la pista citada. Básicamente, hay dos opciones:
  • tirar por el bosque, digamos en paralelo a su límite, por donde se supone discurría el sendero. En principio se observan lo que quizá son trazas del antiguo camino, pero casi de inmediato nos veremos envueltos en una maraña de ramas y zarzas modelo XXL. Echaremos de menos un machete y, salvo que seamos Frank de la jungla, es casi seguro que no conseguiremos salir al camino sin dejar la espesura más pronto que tarde. Eso sí, el bosquecillo es precioso y merece al menos un vistazo.
  • o continuar campo a través, con el arbolado por la izquierda. Parece sencillo, pero es que, así como en su parte baja el praderío es una alfombra rasurada por las cabras, el pasto de la parte superior no parece gustar mucho a los rumiantes, con lo que la hierba, mezclada con matorral y argomas, andará por el metro y medio de altura -al menos, cuando servidor anduvo por allí.
Vista atrás sobre Malmasín
Con todo, recomendaríamos la segunda alternativa, aunque la cosa no será cómoda en ninguno de los casos y seguramente no nos libraremos de algún arañazo. Tampoco hagamos mucho caso del track, que sólo debe servir de orientación general. Hay que tomarselo con calma y tirar de intuición procurando ganar metros, siempre en dirección a la pista. Si vamos a campo abierto, podemos también tomar como referencia una chabola con un vallado; rodeandola por la derecha podría ser una de las alternativas más practicables.

En todo caso, con buen humor y un pelín de talante pionero, la travesía también resulta divertida, que no todo va a ser andar por caminos para domingueros. El último tramo hasta la pista es el de mayor desnivel, pero son apenas unos pocos metros, y bajo los imponentes árboles el sotobosque está bastante limpio y se progresa sin dificultad.

Pista de Artabe
Llegamos así al camino de Artabe, que después de lo anterior nos parecerá una autopista, y que tomaremos hacia la izquierda. Por aquí llegarán los que se hayan saltado el tramo anterior. La pista –uno de los caminos menos frecuentados hacia el Paga- es llana y muy larga, aunque ahora sólo recorreremos por ella menos de 1 km. El entorno es agradable y plácido, a la sombra de abundante arbolado, tal vez un poquillo monótono, pero que vendrá bien para relajar músculos.

            Durante un rato, vamos pasando sucesivas curvas y varias fuentes, la última de ellas con un solitario banco. Poco después hay una BIFURCACIÓN sin señalizar, por donde abandonamos el paseo para salir por la izquierda. Estamos en el llamado camino de Uzkorta (también parece que se le llama Artetxondo), en principio un estrecho sendero en bajada, flanqueado por coníferas. Es éste uno de esos preciosos caminos que recorren la cordillera al margen de las rutas más habituales, y por tanto con muy escasa presencia de senderistas.

Camino de Uzkorta
            Vamos descendiendo con buena pendiente, pasando varias curvas cerradas, con alguna vista esporádica sobre Arnotegi, y ya nos vamos aproximando a nuestro segundo objetivo: la colina rocosa de Erdikoatxa, que pronto tenemos a la vista por la derecha. En algunos textos se le llama también Antsola (Mendikat, entre otros), pero creemos que esta última denominación corresponde al promontorio posterior, que alberga la cantera de Artxondo o Bolintxu.

Erdikoatxa desde el camino
            Ya junto a la base del cono, surge por la derecha un senderito (DESVIO CIMA-2) que nos conduce hacia la cumbre. Se pasa junto a un viejísimo pino, y ya penetramos en la muy característica superficie de esta elevación: grandes rocas entre las que se salpican matorral y zarzas. Desconocemos si hay alguna traza de sendero por algún lado, pero la zona izquierda según llegamos parece la más accesible, para luego ir ganando metros poco a poco hacia la derecha; la subida no es difícil, pero hay que hacerla con cuidado, buscando los pasos más sencillos y utilizando a veces las manos. Tras una trepada algo más larga y laboriosa que en la cima anterior, accedemos por fin a la cumbre (ERDIKOATXA, 273 m.)

Uzkortako Atxa desde la cima
            Nos encontramos justo frente al valle de Bolintxu, donde observamos la espesura de su bosque autóctono atravesada por la tubería del Consorcio de Aguas -de momento, porque en un tiempo tendremos ahí nada menos que un viaducto. Tenemos también a la vista la ladera sur de Arnotegi, el peñasco de Uzkortako Atxa que hemos visitado antes, y la práctica totalidad del barranco. Bajamos de nuevo al camino anterior, que ahora tomamos hacia la derecha, y continuamos.

            VARIANTE: Como hemos dicho, hay un último promontorio emparentado con los anteriores y que queda al sureste de Erdikoatxa (derecha según miramos al valle). Si queremos alargar la ruta para visitarlo hay que retroceder por el camino que nos ha traído para tomar un sendero que sale por la izquierda para, medio rodeando medio atravesando el arbolado, salir a campo abierto por la parte superior de la cantera. Aquí se encuentra la cima (casi devorada por la antigua explotación), desde la cual rodeamos por una senda el gran boquete para, tras pasar junto a un par de edificios abandonados, descender al camino, que tomamos a la izquierda (ruta de vuelta de la entrada Artxondo).

Erdikoatxa desde el barranco
            De nuevo en el camino de bajada, continuamos el descenso. Lo que al principio eran cipreses, dejaron después paso a los pinos, y ahora el arbolado va tomando el aspecto del bosque de ribera de Bolintxu, con zonas más abiertas. En una curva hay un encantador recodo con un arroyo, que es justamente el que discurría bajo el bosquete próximo a Uzkortako Atxa. Lo cual certifica que, casi sin darnos cuenta, estamos pasando entre las dos pequeñas elevaciones que hemos visitado.

            Pasamos una puerta y llegamos a una bifurcación, donde seguimos de frente. Ya estamos en el camino que discurre por el fondo del barranco rumbo a Bolintxu. Enseguida dejamos por la derecha un desvío con postes verdes y unos metros después el acceso al caserío Uzkorta. Siempre en suave ascenso, vamos ganando metros junto al pequeño cauce que va recogiendo las aguas que bajan del Paga. Por la derecha encontramos una fuente con un gran katilu que probablemente nos vendrá bien para afrontar los últimos minutos de la ruta.

Camino de vuelta
            La última parte del camino traza varias curvas que podemos atajar sin problema buscando senderitos que también amenizan un poco al trayecto. Y en estos últimoS minutos tendremos la vista completa de las dos pequeñas cimas que hemos conocido, con el cordal del Paga tras ellas. Tras pasar una nueva puerta, alcanzamos finalmente nuestro punto de inicio en Igertu.

            Vale, este final cuesta arriba y a cielo abierto puede no hacernos mucha gracia (sobre todo, si hace calor) después del sube-baja que llevamos encima; pero es lo que tiene pasar por el punto más bajo después de habernos encaramado a las desafiantes tachuelas que flanquean el barranco. Y seguro que la experiencia habrá sido gratificante y entretenida.

viernes, 4 de enero de 2013

Pico de la Cruz

La parte sur de la cordillera denominada montes de Triano o de Galdames, que separa el Gran Bilbao de las Encartaciones, integra sus elevaciones más notables, algunas abruptas y rocosas, otras redondeadas o semiocultas, reuniendo quizá las mejores vistas de la zona.

Desde el emplazamiento estratégico de Peñas Negras, rodeados por los vestigios de la intensa actividad minera que dominó la zona durante décadas, recorremos en esta pequeña travesía algunos parajes poco visitados, y disfrutamos de la ascensión a varias de estas cumbres.

DISTANCIA: 11,1 kms 
DESNIVEL: 340 m. (460-802)  CENTENARIO
DIFICULTAD: Media 9 (3-4-2) Dificultad de tránsito / orientación
ITINERARIO: circular  Inicio y final: C.I.A. Peñas Negras (La Arboleda)
VIAS: Pistas de tierra, senderos, campo a través, lapiaz  
ACCESOS: En coche, desde Bilbao a Trapaga por la A-8 y N-634. En el cruce frente a la iglesia se gira a la izquierda hacia La Arboleda por la BI-3755. En La Arboleda, pasado el parking, se gira a la derecha por detrás de las escuelas, y después a la izquierda, para tomar la carretera que asciende, hasta llegar al CIA de Peñas Negras (1,5 kms.) También por la A-8 salida Gallarta: junto al polígono El Campillo se toma la N-634 y N-639 (indicaciones de Meaztegi Golf) y posteriormente BI-3756 hasta La Arboleda, y de ahí mismo itinerario.
En transporte público, a Trapaga Bizkaibus A3144, A3336 y A3337 y RENFE línea C2 estación de Trapagaran. De aquí a Larreineta, funicular de La Escontrilla. De Larreineta a La Arboleda, Bizkaibus A2221, y de aquí a Peñas Negras, itinerario antes indicado, o seguir la ruta señalada en la entrada Peñas Negras.
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3806551 
ENLACES CON  Pico Mayor, Ganeran
Más información:
Guía cartográfica de Bizkaia mapas 23-32




Edificio del CIA Peñas negras
El Centro de Interpretación de Peñas Negras es nuestro meeting point habitual para acceder a los montes de Triano. No deja de ser un lujo disponer de semejante punto de partida con aparcamiento, bar, zona divulgativa y de esparcimiento, todo ello en un entorno montañero y con excelentes vistas.

Avanzamos unos metros por la carretera hasta un cruce con un panel informativo que desde el primer momento tenemos a la vista. Por la izquierda del cartel tomamos un sendero terroso y descarnado que asciende, con una sendita por su izquierda que nos facilita las cosas cuando encontramos barro. Salimos así a una ancha pista de tierra y gravilla, que seguimos hacia la izquierda, siempre en ligera subida.

Por esta pista iremos faldeando el Pico Mayor, que tenemos a la derecha, en un trayecto un pelín monótono que se prolonga durante más o menos 1 km. En este tramo vamos dejando varios desvíos, y un regato con un aparatoso enrejado por la derecha, mientras hacia el valle (Este) tenemos algunas vistas sobre las antiguas explotaciones mineras de La Arboleda, con la torre de comunicaciones del Mendibil al fondo.

De La Brena a Pico de la Cruz

Collado de La Brena
Llegamos así al collado de LA BRENA (también llamado La Breña o incluso La Arena), una encrucijada de caminos que surgen en diversas direcciones. Tenemos que seguir el sendero que asciende en línea recta según hemos llegado, y en unos pocos metros abandonarlo por la derecha para tomar un camino herboso. De esta forma iremos rodeando Pico Menor, que que a nuestra izquierda, por su parte posterior (oeste), donde pronto encontramos una peña pelada donde se suele practicar la escalada; a falta de datos más fidedignos, la Cartografía de Bizkaia denomina Artxanda a este fotogénico promontorio.

El camino va girando suavemente a la izquierda, y desde aquí tenemos un acceso a Pico Menor, que por ahora ignoramos. El sendero desemboca en el pequeño collado de Gromeran, donde nos encontramos con otro camino. Aquí giramos casi 180º a la derecha, para proseguir ladeando las lomas del Ganeran por su vertiente menos transitada, con vistas sobre Galdames y los valles encartados. A la espalda van quedando los amplios praderíos y zonas rocosas al norte de la sierra.

Camino verde hacia el Ganeran
El camino sigue siendo llano y cada vez más verde, por lo que da la sensación de proceder de alguna antigua vía férrea, y algunas zonas se encuentran encharcadas, al verse atravesadas por las escorrentías. Pronto tenemos a la vista por la derecha la inconfundible silueta del Pico de la Cruz. Dejamos un camino que sale por la derecha, en claro descenso, y empezamos a ver algunos cipreses, con lo que nos aproximamos al tupido bosque cercano a Mustariaga, que impresiona cubriendo por completo las laderas.

VARIANTE: Como lo que viene a continuación es algo complicado, si buscamos una alternativa más sencilla, hay que estar atentos para encontrar un senderillo que sale por la izquierda. Por él seguimos sin ningún problema hasta el collado de Mustariaga y, girando después a la derecha, salimos enseguida a campo abierto, teniendo a la vista el Pico de la Cruz al que nos dirigimos.

Por el bosque
Casi de golpe, la ruta nos introduce en el cipresal, encontrandonos en un entorno sombrío y cada vez más caótico, con troncos abatidos y cruzados sobre un camino que va siendo menos visible. La travesía resulta divertida y ofrece algunos recodos de gran belleza, con pequeños arroyos que bajan por la ladera.

El camino no tiene salida, por lo que hay que girar a la izquierda (DESVIO) para seguir una especie de sendero antiguo por el que ascender ladera arriba, entre ramas y monte bajo que dificultan la travesía. Poco a poco, vamos saliendo del bosque y ganando altura. La subida se va haciendo más despejada, aunque poblada de argomas pequeñas y helechos, que nos depararán un ratillo de zarzing. Pero, aún sin camino reconocible, el objetivo es siempre ganar el pequeño cordal.
 
Pico de la Cruz
Accedemos finalmente al alto, donde contemplamos ya por la derecha el cercano Pico de la Cruz. Hay que seguir ahora por esta loma verde, primero llaneando por una senda bien marcada, y luego en ligero descenso, para llegar a la base del lapiaz, con una campita y un solitario árbol. Y ahora viene más diversión.

Para alcanzar la cumbre, empezamos por introducirnos en una estrecha canal, una brecha de un par de metros de altura, que hay que pasar de costado. Encontramos después algún pequeño tramo de tierra que podemos aprovechar, y lo demás es trepar, olvidandonos del bastón (aquí sólo estorba) y utilizando las manos, buscando las zonas menos abruptas. Aunque la primera vista del roquedo puede impresionar, la verdad es que la ascensión –por lo demás, muy cortita- no resulta difícil ni tiene  peligro, de no ser que encontremos la roca mojada o niebla, lo que puede ser algo más problemático, en especial al bajar.  

Cumbre y vistas al oeste
Superados los últimos escarpes, llegamos a la cima (PICO DE LA CRUZ, 803 m.) donde, junto a la cruz (al parecer, réplica de la del Gorbea), hay un buzón con forma de vagón o funicular, y otro algo más alejado. Las vistas son impresionantes, con los montes y valles de las Encartaciones (Galdames, Sopuerta) hacia el oeste, y al sur el imponente perfil del Eretza por delante del Ganeko y Gallarraga. El esfuerzo anterior y las vistas merecen un rato de contemplación desde la fantástica atalaya.

Y de vuelta, dos cimas más

Mirando al Eretza
De nuevo en las campas, deshacemos la última parte del camino de ida, y vamos describiendo una amplia curva que va girando en dirección al Eretza, siempre por verdes y tranquilos pastos. Al llegar a un poste rosa de Peñas Negras, hay que girar a la izquierda para tomar otro sendero, dejando el arbolado por la izquierda. Seguimos subiendo y el camino va torciendo hacia la izquierda, para introducirse otra vez en el pinar. En este momento nos encontramos muy cerca del punto culminante, y vemos por la derecha un claro donde accedemos a la segunda cima del día: GASTERANTZ (801 m., es decir, dos menos que el anterior, aunque el perfil no lo refleje bien). La despejada cumbre cuenta con un buzón con forma de cohete y buenas vistas hacia el Sur y Este.

Buzón del Gasterantz
Descendemos en una agradable bajada por un bosquete mucho más civilizado que el atravesado hace un rato, y con camino claro, hasta salir al collado de Mustariaga. Ahora buscaremos uno de los caminos que ladean el Ganeran por el Este. Para ello hay que seguir por el prado en dirección a la muy cercana cima, en ligera subida; cuando comienza el segundo repecho, tomamos por la derecha un amplio sendero de tierra, que seguiremos durante un buen trecho. Este tramo, largo y llano, puede resultar algo aburrido, aunque viene bien para reponer fuerzas y aligerar la marcha. También vamos teniendo algunas vistas apreciables sobre Sasiburu, Mendibil y parcialmente sobre el Abra.

VARIANTE: Como es evidente, también cabe la opción de completar la ascensión al Ganeran, máxima elevación de la cordillera. En este caso, en vez de tomar el camino anterior, no hay más que seguir recto para alcanzar la cima. Después, siguiendo todo el cordal, descendemos para atravesar un cerrado bosque, y salir al collado que citamos a continuación. Más detalles de este tramo en la entrada Ganeran.

Llegamos tras unos 2 kms. de nuevo a Gromeran, y en el siguiente cruce, por donde hemos pasado a la ida, tomamos el camino de la derecha, para ir bordeando el cono de Pico Menor. A diferencia del trayecto anterior, ahora tenemos por la izquierda un muro de enormes cipreses que cubren completamente la superficie de este monte, cuya cima es el momento de visitar. En el talud de la izquierda descubrimos una nueva baliza rosa de las rutas de Peñas Negras (Ruta de las cumbres) y aquí (BALIZA) abandonamos el camino para, siguiendo una traza de senda serpenteante, penetrar en la espesura.

Buzón de Pico Menor
Conviene fijar algún punto de referencia para la vuelta, y a partir de aquí no encontramos camino ni nada que se le parezca. Hay que seguir siempre en subida, sorteando ramas, troncos y zarzas, con la vista en una gran roca que aflora cerca del alto. Según subimos, debemos ir trazando una cierta diagonal hacia la izquierda, donde el arbolado es algo menos espeso, y llegaremos en escasos minutos a un claro donde encontramos la cima (PICO MENOR, 728 m.)

Ganeran y Pico de la Cruz desde Pico Menor
Tenemos un pequeño buzón con en forma de vagón de tren, y una hermosa vista sobre Ganeran y el Pico de la Cruz. Girando al Oeste, el claro se extiende hacia la vertiente por donde hemos circulado al principio.

De vuelta al sendero que antes hemos dejado, no queda sino seguir unos cuantos metros hasta encontrar el trazado que desciende (derecha) hacia LA BRENA y de ahí, nuevamente la larga pista que nos lleva de vuelta a Peñas Negras.

Como siempre apuntamos cuando nos referimos a Peñas Negras, la muy oportuna ubicación del Centro de Interpretación lo convierte en ideal como punto de encuentro, de partida o final de excursiones por la zona. Y después de la gratificante caminata, nada mejor que un descanso, visita cultural y algo apetecible que meterse al cuerpo en tan agradable lugar.