jueves, 19 de enero de 2012

Winter news

No es que haya llovido mucho desde que pusimos lo de la hojita de otoño, pero hemos cambiado calendario y todo, así que ya vislumbramos, aunque sea todavía muy a lo lejos, los días que se irán alargando y cómo la luz empezará a ser diferente dentro de unas semanas.


Así que, mientras estas ovejitas buscan algo de papeo en la cima del Pagasarri (que ya hay que tener moral), aprovechamos para hacer una pausa en nuestras rutas, y descargar algunas cosillas que han ido surgiendo según hemos ido recorriendo bosques, paisajes y caminos.

Mi tessssssoooorooo...

Cuando uno es o se considera entendido en algo, o simplemente muy aficionado, existe la tendencia a querer apropiarse para uso exclusivo de una parte de ese conocimiento. Igual en psicología hay algún nombre para designar este fenómeno –y cuando algo tiene nombre se convierte en cosa seria y constatada.

A veces da un poco de pena ver cómo montañeros o senderistas pata negra se niegan a compartir información sobre un camino, un acceso poco conocido o un rincón especial con alguien a quien no consideran de suficiente pedrigrí, y más aún a exponerlo en público. No creo que sea porque piensen que al día siguiente se van a encontrar hordas de domingueros profanando sus tesoros; pienso que responde más a lo que comentaba, el deseo de quedarse en exclusiva con ese trocito de monte que acabamos de descubrir.

Tampoco voy a ocultar que, dentro de la extrema modestia de mis expediciones, alguna vez he sentido ese punzada de orgullo, la tentación de no contar nada de ese senderito que casi no se ve, la roca de formas caprichosas o el tiro de cámara entre el arbolado que por casualidad creí descubrir –y que, por otra parte, a lo peor conoce ya medio Bilbao.

Pero señores, no seamos tan infantiles. Nuestro entorno natural, que tenemos el privilegio de que sea tan cercano, amplio y rico, es patrimonio de todos. Y, lejos de guardarnos secretitos para uso personal o para fardar de expertos, debería ser un placer compartir lo poco o mucho que conozcamos. Esa es precisamente la finalidad de este blog: contar a quien pueda interesarle las cosas que hemos visto y facilitar en lo posible que cualquiera pueda disfrutarlas.

Asuntos internos

Dentro de lo poco o casi nada que hemos innovado en los últimos tiempos, cabría comentar que hemos introducido unas pocas etiquetas nuevas, con algunos elementos significativos con que nos vamos encontrando en las rutas: ermitas, embalses, etc. (no incluimos los cementerios, que parecería demasiado punki). Dado que con el tema de Bolonia ahora hay que hacer presentaciones y trabajos todo el tiempo, igual a algún esforzado estudiante le sirve para algún estudio sobre la Bizkaia ignota y sus curiosidades.

Bueno, otra novedad es que le hemos quitado la mayúscula al título, que nos han dicho que queda más moderno e informal, pero no deja de ser una chorrada.

También me permito subrayar que no está prohibido introducir comentarios, en plan ‘qué guapa la ruta, chaval’ o 'enterate, que ese camino ya no existe'. Al principio parece que había algún problema técnico, pero creo que ya está subsanado. En fin, que ya me advirtieron que la peña no es muy dada a dejar opiniones en blogs ajenos, pero seguro que en algún foro habeis visto cosas del tipo ‘buen aporte wey’. Pues eso.

Y si no nos decidimos por esta vía, siempre tenemos el correíto ibilkat@gmail.com donde también se pueden comentar cosicas, mandar una foto, sugerir una ruta o informarnos de lo buena que está la tortilla en determinado bar de final de trayecto. Incluso se podría admitir alguna crítica, siempre, claro está, que venga acompañada de una fianza para responder de daños y perjuicios. Por cierto, una vez más, gracias a los que sí nos han contactado, que algunos hay.

ibilkat contra la crisis

Y termino con esta imagen, que me ha parecido fantástica:


Debe ser la versión 2.0 del clásico ‘al mal tiempo, buena cara’. Pero sí, aunque las estemos pasando p… (léase canutas), hay que intentar zafarse de esa especie de sombra negra y omnipresente que nos tiene cogidos por las partes día sí y día también. Que una cosa es apretarse el cinturón y otra estar el día entero amargados y comentando lo mal que está todo. No es país para tristes, podríamos decir.

A propósito de esto, no sé si alguien ha pensado en que un buen remedio contra la crisis, al menos de nuestros bolsillos individuales, es precisamente dedicar nuestro tiempo de ocio a paseítos del estilo de los que proponemos aquí. Aparte de conocer sitios nuevos, mover un poquito el trasero y meter al cuerpo aire más o menos sano, el plan sale de lo más económico.

Un viaje en Bilbobus con creditrans nos sale por 0,57 € (incluso hay tarifas más baratas), y en Metro alrededor de 1 €; por estos medios calculo que podemos acceder a más de la mitad de las excursiones que hemos colgado. Por muy poco más llegamos en Bizkabus a la mayor parte de municipios de Bizkaia y en RENFE o FEVE a varias de las zonas de las que hemos hablado. Así que por muy poquita pasta podemos organizarnos por lo menos una agradable mañana de fin de semana.

Y si queremos llenar más horas, tiramos de bocata para enlazar con otro recorrido próximo, o simplemente vagueamos un rato por alguna agradable campa, como ésta de aquí al lado.

Eso sí, en estos casos hay que olvidarse de las recomendaciones gastronómicas que a veces incluimos, que por ahí sí que se va la viruta. Pero con una temporada a dieta de ibilkat, transporte público y agua de las fuentes, nuestra cuenta corriente puede empezar a tener un aspecto más presentable, liberada del peso de rondas de potes, rebajas, cines y demás vicios. Y de paso, nos ponemos cachas, así que manos a la obra.

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