El monte Cincho (antiguamente Monte Hano) es un pequeña atalaya situada entre las localidades de Noja e Isla, justo encima de la Marisma de Joyel. Pese a su escasa altitud (250 m .) desde su cima tenemos preciosas vistas sobre el litoral, gracias a su ubicación carente de obstáculos. Desde los alrededores es una redondeada y oscura tachuela que se eleva sobre las zonas llanas, con un perfil fácilmente identificable también desde largas distancias.
Hasta hace pocos años el Cincho era, pese a la modestia de su cota, una cima muy difícilmente accesible al encontrarse cubierta por el tupido y enmarañado encinar cantábrico característico de muchos montes próximos a la costa. Con un par de sendas recientemente abiertas y un curioso mirador en su cumbre, podemos ahora disfrutar de sus panorámicas y de una ruta corta, pero puramente montañera.
DISTANCIA: 3,5 kms
DESNIVEL: 170 m . (80-250)
DIFICULTAD: Ninguna 2 (1-0-1) Desnivel continuado
ITINERARIO: ida y vuelta Inicio y final: Casona junto a bifurcación señalada en accesos (Arnuero)
VIAS: Sendero de tierra
ACCESOS: En coche, autopista dirección Santander, salida Beranga-Noja-Isla. Continuamos hacia Noja, hasta la última rotonda, donde tomamos la CA-141 dirección Santander-Somo-Arnuero. En Arnuero, se toma el primer desvío a la derecha, justo antes del camping. Se sigue hasta una bifurcación junto a una casona, donde se puede dejar el coche.
Guía Cartográfica de Cantabria Mapa 4
Los dos accesos practicables hacia el Cincho parten de distintos puntos del municipio de Arnuero. En esta ocasión hemos elegido el más oriental, próximo a la carretera que lleva desde las cercanías de Noja hacia Somo y Santander.
Desde el punto de partida que hemos fijado debemos tomar la vía asfaltada a la derecha de la casa donde hemos aparcado, por donde también podríamos seguir en coche. En unos minutos de camino llano por la zona denominada Espina Monte, llegamos a una explanada, que tenemos que cruzar buscando la senda que parte entre el arbolado, a nuestras 9 (norte). Ya no abandonaremos este camino hasta la cima.
El camino sube decididamente, con una pendiente alrededor del 20%, por tanto no muy pronunciada aunque sí continua. Lo irregular del sendero, cuajado de piedras, y la práctica ausencia de descansos hace algo fatigosa la ascensión, no obstante su corta longitud.
Area de descanso |
Seguimos ascendiendo, con algún tramo algo más liviano, hasta encontrarnos en la zona de Riaño, donde vemos un cartel indicador de 500 m . a la cima (SEÑAL). Aunque no lo parezca, la señal tiene cierto sentido, porque por la izquierda sale otro sendero poco visible que también nos lleva a la cima. Pero, de no tener muchas ansias de exploración, es preferible continuar nuestro trazado, porque ya nos encontramos completamente sumergidos en el profundo encinar, y transitar por él sin conocerlo al detalle puede dar lugar a errores que pueden resultar desagradables.
Sendero bajo el encinar |
A partir de la señal anterior encontramos la única parte de falso llano que nos da un respiro después de la continua ascensión, y llegamos a la parte más vistosa del recorrido. Bajo un denso arbolado en el que parece que progresamos por un túnel, empiezan a aparecer grandes rocas que obstaculizan el camino, aunque también lo hacen más divertido. Como el sol apenas consigue penetrar, la humedad se incrementa, y podemos ver musgos y líquenes adheridos a los troncos y las rocas.
Zona rocosa |
Torreta en la cima |
Vistas hacia el Este |
El regreso lo hacemos por el mismo sendero de subida, lo que permite apreciar mejor el entorno y nos deja claro lo breve de la ruta. Una excursión cómoda y entretenida que permite hacer un poco de monte sin apenas alejarnos del ambiente playero.
Y para terminar, un reportaje fotográfico de youtube:
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